El día más importante en la vida digital de una actriz de segunda fila

[EstoEsElPueblo]

Un hilo enorme ha trenzado una actriz de nombre Beatriz Rico no solo para atacar a la tauromaquia, sino para exigir que se prohiba. Un hilo largo, larguísimo, que no aconsejo leer a no ser que tengas tiempo que perder. Clica este compilar de hilos y lo verás:
¿Qué dice?
https://bit.ly/HiloActriz

El nivel de conocimiento es el siguiente: dice que a los toros les extraen varios litros de sangre antes de las corridas, que se lo ha dicho un veterinario. Dice también alargándose todo lo que puede -es su día más grande- que hay que prohibir los toros igual que un día dejó de exitir la pena de muerte o dejaron de fabricarse cestos. Dice que igual que hay aficionados a la tauromaquia los hay opuetos, y que por ellos hay que abandonar el arte del toreo. Dice que igual que hay famosos que apoyan los toros, los hay opuestos. Por lo que como resultado, ella gana ya que tiene razón... y es así todo el rato. No malgasten el tiempo.

Beatriz Rico pertenece al gremio de actores y actrices muy castiados por la crisis pero muy subvencionados por el gobierno haya o no crisis. Se encargan, como sabéis, de dar gusto a los mandamases como daban gusto en otras épocas los bufones a los reyes o a los prebostes. Pertenece al colectivo "simpúblico" formado por actores y actrices que nadie conoce, cuyas películaso representaciones son fracasos, pero que exigen su "paguita" porque saben darle gusto al que manda.

Conclyo en un tuit. Beatriz Rico, actriz más tiempo "simpúblico" que independiente quiere su ratito de fama a costa de los taurinos. No, ricura. Póngase a trabajar y deje de dar gusto al mandamás.

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Con un tuit de Cantos Greguerianos @greguerianos quedó dicho: Los antitaurinos y taurinos, irónicamente, entran siempre al trapo de su adversario.

¿Vale la pena polemizar con gente que no cambiará de opinión?
La respuesta es clara y rotunda: No.

Como primera respuesta -y única- un sartenazo para que el anti se meta en sus asuntos. Los antitaurinos desconocen la realidad de la tauromaquia -esta decía que un veterinario el dijo que sangraban a los toros para debilitarlos antes de las corridas- con lo cual un taurino cae siempre en el engaño.

El engaño es una pieza de información falsa -extraer sangre a los toros con esta actriz de segunda- que desvirtúa la conversación y se convierte en estos años en una diálogo de sordos. El antitaurino lanza el engaño y repite la matraca de lo mucho que quiere a los animales y lo malos que son los aficionados a los toros. El aficionado mientras se entretiene en lo primero pierde la segunda parte. Con lo cual el resultado positivo es para el anti; las pérdidas, para el aficionado.

Más allá del sartenazo al antitaurino -por indocumentado voluntario sobre toros- no vale la pena entrar al trapo que lanzan.