Dos artículos que van juntos y, de fondo, toros en Cataluña

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Toro_Ratón
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Dos artículos que van juntos y, de fondo, toros en Cataluña

Mensaje por Toro_Ratón » Mar Jun 18, 2019 2:28 pm

El primero de los artículos corresponde a Javier Cercas, en este enlace: https://elpais.com/elpais/2019/06/10/ep ... 51731.html que se publicó el pasado domingo en El País Semanal. Si no lo has leído, dedícale unos minutos, vale la pena. Por el autor, un escritor traducido a más de 20 idiomas después de su gran éxito: Soldados de Salamina.

Este es el artículo:

PALOS DE CIEGO COLUMNA
La gran traición
Javier Cercas
16 JUN 2019 - 00:00

Para los políticos separatistas, solo son catalanes quienes se muestran fieles a la patria y votan lo que hay que votar. Los demás no contamos

EN UNA DE las crónicas sobre el juicio al procés que se publican en este periódico, Pablo Ordaz narra cómo, durante una sesión, los testigos separatistas “se erigen con toda naturalidad en la totalidad del pueblo”: “Aunque las urnas digan una y otra vez que el voto independentista no es mayoritario, el relato de los testigos consigue hacer invisible a la otra mitad”. Y concluye: “El independentismo consigue llenar todos los días el salón de plenos de una parte de Cataluña que se considera el todo”.

Esa es la cuestión. El pacto central de la Cataluña democrática lo formuló así su patriarca, Jordi Pujol: “Es catalán todo aquel que vive y trabaja en Cataluña”. Cientos de miles de emigrantes arribados de toda España en la posguerra, gente muy humilde en su inmensa mayoría, se lo creyeron; mis padres también se lo creyeron, y criaron a sus hijos en consecuencia. Es verdad que mi madre, que llegó casi sin estudios, con más de 30 años y cinco niños, no habla catalán, y por tanto es de esas personas a quienes el actual presidente de la Generalitat llamó, en un artículo memorable, “carroñeros, escorpiones, hienas” y “bestias con forma humana”; pero mis hermanas y yo no somos como ella. Nosotros no sólo vivimos y trabajamos en Cataluña, sino que adoptamos las costumbres catalanas, nos sumergimos en la cultura catalana, aprendimos catalán hasta volvernos bilingües, nos casamos con catalanes de pura cepa, educamos a nuestros hijos en catalán e incluso contribuimos con nuestro granito de arena a difundir la cultura catalana. Todo en vano. Aunque hasta el último momento hicimos lo posible por seguir creyendo que éramos catalanes, en septiembre y octubre de 2017, cuando todo estalló, supimos sin posibilidad de duda que no lo éramos. Catalán, lo que se llama catalán, ya sólo lo era quien quería que Cataluña se separase de España; quien no lo quería, ya sea por apego sentimental a España o porque, como yo, es del todo incapaz de entender las virtudes de la separación y la considera una causa reaccionaria, injusta e insolidaria, no computaba como catalán, al menos para los políticos separatistas. La prueba flagrante de ello es que tales políticos hablan por sistema en nombre de Cataluña y juzgan que el problema catalán es un problema entre Cataluña y España, y no lo que es: un problema entre catalanes, más de la mitad de los cuales hemos dicho una y otra vez, en todo tipo de elecciones, por activa y por pasiva, que no queremos la separación. Por eso el nacionalismo es incompatible con la democracia: porque, cuando se trata de elegir entre la democracia y la nación, elige siempre la nación. Para los políticos separatistas en el poder, los catalanes no somos quienes vivimos y trabajamos en Cataluña, sino sólo quienes, además, son buenos catalanes, fieles a la patria y votan lo que hay que votar. Los demás no somos catalanes, no contamos, no existimos; basta ya de hacerse ilusiones: probablemente nunca lo fuimos, nunca contamos, nunca existimos. Esto es lo que escondían las proclamas unanimistas del procés (“Un sol poble”, “Els carrers seran sempre nostres”), los disciplinados desfiles de cada 11 de septiembre y la sonrisa de la revolución de las sonrisas: una traición descomunal.

La palabra es dura, pero no encuentro otra: nosotros fuimos leales al pacto que fundó la Cataluña democrática; los separatistas, no. Que yo sepa, ninguno de ellos ha pedido perdón, y no sé si alguno tendrá el valor de hacerlo. Lo cual significa que, a menos que la democracia se lo impida, volverán en cuanto puedan a poner la nación por encima de la democracia. Me alegro de que mi padre no haya alcanzado a vivir esto, y de que mi madre apenas lo entienda. Por lo demás, mentiría si no añadiera que ahora mismo mi sentimiento fundamental es una mezcla de incredulidad, de humillación, de asco y de vergüenza, y que a veces me pregunto si, además de una traición descomunal, no habrá sido todo, desde que con cuatro años llegué a Cataluña y el primer día mi padre me dijo que a partir de entonces iba a ser catalán y me enseñó la primera frase en catalán que aprendí (“M’agrada molt anar al col·legi”), una inmensa estafa. 
Última edición por Toro_Ratón el Mar Jun 18, 2019 2:33 pm, editado 1 vez en total.


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Toro_Ratón
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Re: Dos artículos que van juntos y, de fondo, toros en Cataluña

Mensaje por Toro_Ratón » Mar Jun 18, 2019 2:32 pm

Este artículo de Javier Cercas ha armado un importante revuelo. Sin embargo, aquí hay otro no menos corrosivo, incluso más, que igual no "monta un pollo" pero que nos ayuda a "enfocar" la realidad del día a día, semana a semana, mes tras mes y año tras año, durante décadas, esa realidad vista desde otra perspectiva.

Cristina Losada
Cerca(s) de ser catalán
https://www.libertaddigital.com/opinion ... lan-88136/

Un artículo de Javier Cercas, muy celebrado este fin de semana, me ha hecho reflexionar. Generalmente no le leo, por lo contrario. Pero esa pieza, llamada "La gran traición", me ha llevado a pensar en la suerte que he tenido. La suerte de que mis abuelos y mi padre emigraran a la Argentina y no a Cataluña. La suerte de que, a la hora de estudiar, yo fuera a Madrid y no a Barcelona. Aunque soy muy de hacer la experiencia, no puedo más que alegrarme de las que me ha ahorrado gracias a los azares que me mantuvieron a salvo del agobio nacionalista.

Decía Cercas: "El pacto central de la Cataluña democrática lo formuló así su patriarca, Jordi Pujol: Es catalán todo aquel que vive y trabaja en Cataluña. Cientos de miles de emigrantes arribados de toda España en la posguerra, gente muy humilde en su mayoría, se lo creyeron; mis padres tambien se lo creyeron y criaron a sus hijos en consecuencia". La idea de que alguien se ponga a definir qué es ser catalán en plan sumo pontífice y que ese alguien sea Pujol ya resulta fastidiosa. Pero que tal cosa se asuma como un dogma de la iglesia y se eleve a "pacto central de la Cataluña democrática" sorprende por lo ridículo.

Cierto, para Pujol y sus sucesores, igual que para sus predecesores, ser catalán es un mérito extraordinario que hay que ganarse, y en los tiempos de aquella fórmula viciada (que Cercas da incompleta) el patriarca lo ponía casi al alcance de cualquiera, barato, barato. Traducido: hasta ustedes, españoles cutres como son por ser españoles, pueden acceder a este status superior y maravilloso. Porque nada de esto se entiende sin la correlación. No tendría que conceder Pujol –¿pero quién es Pujol?– la condición de catalán a nadie, si no quisiera quitarle la condición de español.

Después describe el autor las obligaciones del contrato que, según él, aceptaron de buen grado los humildes. Tras confesar que su madre no ha llegado a hablar catalán, dice que él y sus hermanas no son como ella: "Nosotros no sólo vivimos y trabajamos en Cataluña, sino que adoptamos las costumbres catalanas, nos sumergimos en la cultura catalana, aprendimos catalán hasta volvernos bilingües, nos casamos con catalanes de pura cepa, educamos a nuestros hijos en catalán e incluso contribuimos con nuestro granito de arena a difundir la cultura catalana". De haber hecho todo eso libremente, porque les daba la gana, me parecería bien, pero, según lo cuenta, es que lo hicieron para "ser catalanes", para cumplir su parte del contrato con Pujol, para que dijeran (los nacionalistas) que eran catalanes. Qué cosas hace la gente. Total, para nada.

De ese párrafo me ha intrigado lo de que "adoptamos las costumbres catalanas". Por hacerme una idea, he pensado qué costumbres adopté yo de Madrid, cuando me fui allí a vivir, y he dado con pocas. Me acostumbré a dejar propina en los bares, cosa que en Galicia no se hacía ni se hace, y a usar el pretérito perfecto en lugar del indefinido para todo. Son las más relevantes. Al llegar –eran los años 70–, observé con asombro que en las cafeterías, a la hora del desayuno, la gente tomaba las tostadas con cuchillo y tenedor, y en seco. A ese proceder aséptico, casi quirúrgico, nunca me acostumbré. Pero, a ver, ¿hay en Cataluña costumbres tan únicas, tan exóticas, tan singulares, que justifiquen que unos señores de otro lugar de España se sientan impelidos a decir que las han adoptado? Y ¿serán las mismas en Barcelona que en Gerona, por poner? Todo esto de adoptar las costumbres suena como si un europeo fuera a vivir con los tuareg.

Seguir hablando de la inmigración de los años 60 a Cataluña –de los 60, no de la posguerra, señor Cercas– como si los que allí fueron y sus descendientes tuvieran una deuda pendiente con la catalanidad, ya vale, ¿no? Dar por sentado que aquellas personas debían hacer un esfuerzo extra para "integrarse", implicando que se integraban en una forma de vida superior –la de los catalanes, definida por el nacionalismo–, apesta a supremacismo. En realidad, la única adaptación que tenían que hacer era a la forma de vida urbana. Porque lo que se produjo en España, singularmente entre 1961 y 1970, fue un éxodo rural altísimo. De la España meridional e interior y de Galicia, la gente fue a Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza y el País Vasco, en busca de oportunidades que ya no existían en sus lugares de origen.

Basta trasladar a Madrid todo el discursito de la inmigración que se trae, desde siempre, el nacionalismo catalán para poner los pies en la tierra, bien lejos de la mística de la raza, que es lo que hay en el fondo. Nadie se ha referido a los cientos de miles de españoles que fueron allí en la época de las migraciones interiores como "inmigrantes". Nadie hizo de ello un problema. Nadie se dedicó obsesivamente a estudiar los efectos que tendría aquel injerto en "el árbol". A nadie le inquietó que aquel flujo de nueva población dejara en minoría a los auténticos madrileños. Nadie los llamó "ejército de ocupación". Cierto, no se hablaba otra lengua, pero las lenguas se aprenden por utilidad, sin más historias, sin mística ni mistificación.

Va de suyo, y sería impensable, pero ningún pope del madrileñismo anunció que los que llegaban podían ser madrileños si vivían y trabajaban allí, y lo querían ser. Dicho entre paréntesis: ¿para qué va uno a querer ser madrileño pudiendo vivir en Madrid siendo lo que uno quiera? Porque en Madrid eso es natural, mientras que en Cataluña, bajo el yugo nacionalista, deviene una excéntrica heroicidad. Pero tan inoculado está el marco mental nacionalista, que hasta los que creen que no lo portan lo llevan dentro. Así, Cercas, que después de haber seguido todas las instrucciones, de haber cumplido fielmente su parte del contrato con Pujol, se siente traicionado y se queja de que no le consideren catalán. Ya ves tú.

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Re: Dos artículos que van juntos y, de fondo, toros en Cataluña

Mensaje por EstoEsElPueblo » Mar Jun 18, 2019 6:10 pm

¿Recordáis aquella serie de televisón Raíces? Ya hace sus añitos, pero los que la vieron no habrán olvidado a Kunta Kinte, aquel esclavo que daba origen a la serie, arrancado de África, y que inició la familia de esclavos que llevaron a un sucesor suyo a escribir la historia de la familia.
¡¡Te llamas Toby!!
¡¡Mi nombre es Kunta, Kunta Kinte!!

Recuerdo esta escena en la que el amo de los esclavos ponía nombre a los que compraba en el mercado. Pero Kunta Kinte se negó a aceptar su nuevo nombre ¡Mi nombre es Kunta, Kunta Kinte!...

¿Cuántos en Cataluña gritaron ¡Mi nombre es Kunta! cuando les llamaron Pep o Joan por vez primera?
Un foro :idea: es mejor que twitter, mejor que facebook, mejor que instagram... ¿por qué? Este foro es taurino; las redes sociales son antis :evil: .

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Re: Dos artículos que van juntos y, de fondo, toros en Cataluña

Mensaje por EstoEsElPueblo » Mié Jun 19, 2019 12:45 am

¿Os imagináis que mañana en Madrid uno del PP, otro de Ciudadanos y uno de VOX dicen quién es madrileño y quién no?

¡Buenos días!
Por acuerdo de este tripartito, las condiciones para ser madrileño son las siguientes... (pronúnciese con voz altisonante)
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Re: Si una niña pide pis en castellano...

Mensaje por admin » Vie Jun 21, 2019 8:17 am

Si un niño pide pan, agua o pis en castellano...
si un niño pide pan agua o pis en castellano hay que ignorarlo.JPG
¿Dónde estaba Cercas cuando estaballaban estos escándalos contra la población infantil de Cataluña?


KzaRata
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Re: Dos artículos que van juntos y, de fondo, toros en Cataluña

Mensaje por KzaRata » Vie Nov 27, 2020 10:17 am

La reclamación de toros en Cataluña debe ser permanente. Incluso en tiempos de pandemia. Entre los separatistas hay taurinos.

ToroGúguel
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Re: Dos artículos que van juntos y, de fondo, toros en Cataluña

Mensaje por ToroGúguel » Dom Jun 19, 2022 6:24 pm

El día que vuelvan los toros a Cataluña desaparecerán estas discriminaciones contra la población infantil.


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