Que el arte y la cultura de la tauromaquia entren en el Congreso de los Diputados y en el Senado es una alegría para los taurinos, y un quebradero de cabeza para los antitaurinos y también para quienes se ponen de perfil o solo arriman el cazo para ver qué pueden sacar.
El antitaurinismo brutal y las tesis radicales animalistas que abrazó Podemos se ha tornado en un sí a la caza, y un desapego del animalismo. Ahora queda una mezcla sospechosa: no son taurinos; no son radicales antitaurinos.
En cuanto a los socialistas del PSOE y sus diversas marcas, enseguida se engancharon a las tesis antitaurinas con cierre de escuelas de tauromaquia; endurecimiento de la legislación para restringir facilidades a la hora de organizar espectáculos taurinos, por ejemplo.
Ciudadanos se puso de perfil: se apuntó a la manifestación taurina en Barcelona, hace años; después se ha alejando de manera ostensible.
PACMA mantiene su extremismo radical.
Y llegan los toreros al debate público, igual que en otro momento llegaron los deportistas, y antes los escritores... el éxito en la profesión y el "gancho" con el público abren la política a la ciudadanía. Entran por la puerta del PP (los que prohibieron el toro de la Vega en Todesillas) y de VOX.
¿Qué esperas tú de los toreros en su actividad política?
Arte y cutura taurina para el Congreso y el Senado de la Nación
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