Foros Toreros

La estrategia de marketing es lógica, pero no olvidemos que el toreo es un arte con un tempo propio. No se trata solo de vender San Isidro como un evento de ocio equiparable al Masters de Tenis o a un concierto de Dani Martín, sino de preservar su carácter.

Y en esa disyuntiva está la clave: si la tauromaquia quiere competir con los espectáculos de masas, ¿hasta qué punto podrá seguir siendo tauromaquia? Hay algo de impostado en esa prisa por parecerse a lo que no es. No todo se vende igual.

Viendo el cartel de San Isidro, la apuesta por los jóvenes es interesante, pero da la sensación de que se sigue jugando a lo seguro.

Está bien que repitan Morante, Castella o Roca Rey, pero ¿hasta cuándo se va a mantener la estructura inamovible del escalafón?

Lo de Marco Pérez como ‘niño prodigio’ tiene su atractivo, pero la verdadera novedad debería ser ver más caras frescas en los puestos de privilegio. Y por cierto, ¿Guillermo Hermoso fuera? Suena raro cuando se habla de abrir el abanico del rejoneo.