Re: Curro Romero, lo básico que todos debemos conocer del "Faraón de Camas"
Publicado: Lun Jul 14, 2025 6:30 pm
Yo creo que entre "lo esencial" de Curro Romero está este suceso que os cuento: el 12 de julio de 1987 Las Ventas Curro Romero se negó a matar un toro. Una tarde que acompañaban a Curro Romero en la terna Antonio Chenel, Antoñete, y Rafael de Paula. Una garantía de éxito.
Cuentan que Curro Romero había cobrado en 1987 en total 15 millones de pesetas por torear tres tardes en Madrid; dos de ellas fueron en San Isidro. Para poner en perspectiva esos 15 millones de pesetas, os pongo los precios de las viviendas por metro cuadrado copiado de El País: En cuanto a los precios concretos, sólo hay dos zonas en la capital en las que no se alcancen las 100.000 pesetas por metro cuadrado: el pueblo de Vallecas (85.100 de promedio) y Villaverde (91.500). Cinco zonas son las que están por encima de las 200.000 pesetas: el barrio de Salamanca (310.600 pesetas), Argüelles (270.800), Arturo Soria (211.300), Castellana-Orense (217.600) y Centro-Tribunal (226.300)
Es decir, a precio de hoy, Curro Romero cobró por tres tardes el equivalente a un piso de 50 metros cuadrados en la Castellana, los hay, según Idealista, y cuestan 600.000 euros.
Volviendo a los toros, decir que la tarde se saldó con seis broncas. Y remitiéndonos a Curro Romero y el incidente con su segundo toro, decir que Curro Romero consideraba o bien que estaba toreado, o el animal tenía un defecto en la vista.
Por el contrario, el aficionado que saltó a la arena desde el tendido siete y agredió a Curro Romero, dijo sentirse estafado. Francisco Miguel Galayo, que así se llama el aficionado, saltó desde su localidad y cruzó el ruedo exhibiendo su entrada y su carné de identidad -otros dijeron que llevaba un rollo de papel higiénico-. Al llegar a la zona donde se encontraba el diestro le propinó tal empujón que derribó al maestro de Camas.
Curro Romero había protagonizado también en La Ventas un incidente similar con un toro de Cortijoliva, exactamente 20 años atrás, en 1967. En este 1987 Curro se negó a matar al toro de nombre "Giraldillo". Por ello, la policía le propuso para una multa por incumplir el reglamento taurino; y otra por alteración del orden público. Dos subalternos de Curro, Juan Bellido, Chocolate, y Antonio Cobos también fueron propuestos para sanción.
El empresario de la plaza, casa Chopera, declaró posteriormente que tenía por obligación contratar a los toreros que llenaban la plaza; que Curro, Antoñete y Paula no eran toreros de alto riesgo; el lleno sí había sucedido ese día; pero que de momento, la empresa no hablaría de próximas contrataciones.
La defensa en la prensa y radio de la época a favor del aficionado exaltado corrió a cargo de su esposa, quien dijo que era un gran aficionado, un gran padre de familia, y una persona muy tranquila. También Miguel Galayo -Michel en su entorno de amigos- fue propuesto para sanción. Galayo se defendió diciendo que ni empujó ni tocó al torero -del que era un gran admirador- que sólo le exigió la devolución del precio de sus entradas porque se sentía estafado.
Cuentan que Curro Romero había cobrado en 1987 en total 15 millones de pesetas por torear tres tardes en Madrid; dos de ellas fueron en San Isidro. Para poner en perspectiva esos 15 millones de pesetas, os pongo los precios de las viviendas por metro cuadrado copiado de El País: En cuanto a los precios concretos, sólo hay dos zonas en la capital en las que no se alcancen las 100.000 pesetas por metro cuadrado: el pueblo de Vallecas (85.100 de promedio) y Villaverde (91.500). Cinco zonas son las que están por encima de las 200.000 pesetas: el barrio de Salamanca (310.600 pesetas), Argüelles (270.800), Arturo Soria (211.300), Castellana-Orense (217.600) y Centro-Tribunal (226.300)
Es decir, a precio de hoy, Curro Romero cobró por tres tardes el equivalente a un piso de 50 metros cuadrados en la Castellana, los hay, según Idealista, y cuestan 600.000 euros.
Volviendo a los toros, decir que la tarde se saldó con seis broncas. Y remitiéndonos a Curro Romero y el incidente con su segundo toro, decir que Curro Romero consideraba o bien que estaba toreado, o el animal tenía un defecto en la vista.
Por el contrario, el aficionado que saltó a la arena desde el tendido siete y agredió a Curro Romero, dijo sentirse estafado. Francisco Miguel Galayo, que así se llama el aficionado, saltó desde su localidad y cruzó el ruedo exhibiendo su entrada y su carné de identidad -otros dijeron que llevaba un rollo de papel higiénico-. Al llegar a la zona donde se encontraba el diestro le propinó tal empujón que derribó al maestro de Camas.
Curro Romero había protagonizado también en La Ventas un incidente similar con un toro de Cortijoliva, exactamente 20 años atrás, en 1967. En este 1987 Curro se negó a matar al toro de nombre "Giraldillo". Por ello, la policía le propuso para una multa por incumplir el reglamento taurino; y otra por alteración del orden público. Dos subalternos de Curro, Juan Bellido, Chocolate, y Antonio Cobos también fueron propuestos para sanción.
El empresario de la plaza, casa Chopera, declaró posteriormente que tenía por obligación contratar a los toreros que llenaban la plaza; que Curro, Antoñete y Paula no eran toreros de alto riesgo; el lleno sí había sucedido ese día; pero que de momento, la empresa no hablaría de próximas contrataciones.
La defensa en la prensa y radio de la época a favor del aficionado exaltado corrió a cargo de su esposa, quien dijo que era un gran aficionado, un gran padre de familia, y una persona muy tranquila. También Miguel Galayo -Michel en su entorno de amigos- fue propuesto para sanción. Galayo se defendió diciendo que ni empujó ni tocó al torero -del que era un gran admirador- que sólo le exigió la devolución del precio de sus entradas porque se sentía estafado.