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El actor Daniel Guzmán, condenado por agredir a los jóvenes que ocupaban una casa vacía de su propiedad

Daniel Guzmán es un actor que se ha significado como antitaurino -además insultón- sin que nadie le pregunte, y sin que nadie le pida insultos. Se ha sabido por La Sexta y El Salto que contrató un "desokupa propio" para expulsar a unos jóvenes de una casa abandonada de su propiedad.

El actor Daniel Guzmán ha sido condenado por un delito leve de lesiones tras agredir a unos jóvenes que habían ocupado una de sus propiedades. El incidente ocurrió en mayo de 2023, cuando Guzmán, acompañado por cuatro hombres no identificados, expulsó con violencia a los ocupantes. Los jóvenes grabaron la agresión, lo que fue crucial para el proceso judicial. Guzmán deberá pagar una multa de 600 euros y una compensación de 350 euros a una de las víctimas.

La situación comenzó cuando los jóvenes ocuparon la casa vacía del actor, quien decidió tomar medidas drásticas para desalojarlos. Según las grabaciones, Guzmán y sus acompañantes usaron la fuerza para sacar a los ocupantes. Este acto de violencia llevó a una denuncia que culminó en el juicio y la posterior condena del actor.

La decisión judicial ha generado diversos comentarios en la opinión pública, algunos defendiendo el derecho de Guzmán a proteger su propiedad y otros criticando el uso de la violencia.

Por su parte, Guzmán ha defendido sus acciones alegando que intentaba recuperar su propiedad de manera legítima. Sin embargo, el juez consideró que su reacción fue desproporcionada y que debió haber recurrido a los cauces legales en lugar de tomar la justicia por su mano.

Los jóvenes que ocuparon la casa afirmaron que lo hicieron por necesidad y que no tenían otra opción. Uno era cocinero en una pizzería, mientras otros se dedicaban a la carga y descarga de camiones, a la albañilería o a otros trabajos mal pagados. “No tengo otro lugar adónde ir. Soy profesor de ajedrez en un colegio, trabajo cuatro horas al día, pero ningún casero me acepta como inquilino porque mis ingresos son bajos”.

El juicio contra Guzmán se llevó a cabo en un clima de gran expectación mediática, dada la fama del actor y la naturaleza polémica del caso. La sentencia ha sido interpretada por algunos como una advertencia para otros propietarios que podrían considerar usar la fuerza para desalojar a ocupantes ilegales.

Las organizaciones que defienden a los ocupas han señalado que este caso es un ejemplo más de la falta de políticas efectivas de vivienda y la criminalización de personas que buscan un lugar donde vivir. Abogan por soluciones más humanas y legales para abordar el problema.

Por otro lado, asociaciones de propietarios han manifestado su apoyo a Guzmán, argumentando que los derechos de los dueños de propiedades deben ser respetados y que las autoridades deben actuar con mayor rapidez para desalojar a los ocupantes ilegales.

El caso sigue siendo objeto de debate y se espera que influya en futuras decisiones judiciales y políticas sobre la ocupación de viviendas en España, un tema que sigue siendo altamente controvertido y de gran relevancia social​.

No me cae bien este actor, sobre todo desde que se volvió antitaurino. Aquí le tenemos reivindicando el derecho a una vivienda digna; él mantiene una en ruinas, y expulsa a ostias a unos chavales que no tienen un techo ni dinero para alquilar.

Otro actor de izquierda pero que con lo suyo que nadie se meta, y si hace falta tiene una casa en ruinas; qué gente, ni uno de los actores de izquierda es decente.

Es impresionante cómo algunos se llenan la boca hablando de igualdad y justicia social, pero llevan una vida de lujo. La hipocresía de defender a los pobres mientras disfrutan de privilegios resulta increíble.

Me sorprende la falta de coherencia de quienes dicen estar del lado de los desfavorecidos, pero viven rodeados de comodidades. Es difícil tomar en serio su compromiso cuando no practican lo que predican.

Si realmente creen en la justicia social, deberían dar ejemplo con su propia vida. Es fácil hablar, pero mucho más difícil vivir acorde a esos principios. El verdadero cambio comienza por uno mismo.

Estas personas podrían tener un impacto mucho mayor si su estilo de vida reflejara su compromiso con las causas que defienden. La credibilidad y la autenticidad son fundamentales para generar un verdadero cambio social.

En lugar de solo hablar en redes sociales, sería más efectivo si realizaran acciones concretas para ayudar a los necesitados. Donar parte de su riqueza o participar activamente en su comunidad sería un gran paso hacia la coherencia con sus ideales.