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Activistas de PETA interrumpen audiencia del Papa Francisco para protestar contra la tauromaquia

El miércoles, dos activistas de la organización de derechos de los animales PETA interrumpieron la audiencia general del Papa Francisco en el salón Pablo VI del Vaticano, portando camisetas con el mensaje "dejen de bendecir corridas" y carteles que decían "las corridas son pecado". PETA ha instado al Papa a que condene la tauromaquia y corte los lazos de la Iglesia católica con esta práctica, a la que califican como un “deporte sanguinario despreciable”.

Según PETA, decenas de miles de toros son sacrificados anualmente en festejos taurinos alrededor del mundo, muchos de los cuales están dedicados a santos católicos. La organización argumenta que estos eventos infligen un sufrimiento considerable a los toros, ya que son atacados con lanzas y banderillas que les causan dolor y limitan sus movimientos.

No obstante, la actuación de PETA ha generado controversia y críticas de diversos sectores. Algunos críticos han señalado que PETA, a pesar de su postura contra la crueldad animal, tiene un historial cuestionable en cuanto a la eutanasia de animales. Según informes, PETA ha sacrificado un alto porcentaje de los animales que ha acogido en sus refugios, con una tasa de adopción extremadamente baja. En 2011, por ejemplo, PETA sacrificó al 84% de los animales supuestamente "inadoptables" dentro de las primeras 24 horas de su llegada a uno de sus refugios​.

Esta práctica ha sido ampliamente criticada por organizaciones de bienestar animal y algunos ex-empleados, quienes afirman que PETA mata a muchos animales que podrían ser adoptados. Este hecho ha alimentado la percepción de hipocresía en la organización, que se presenta como defensora de los derechos de los animales mientras lleva a cabo eutanasias masivas.

Aficionados a la tauromaquia también han expresado su descontento con la protesta de PETA, argumentando que la tauromaquia es una tradición cultural profundamente arraigada en varios países. Estos defensores sostienen que la tauromaquia forma parte del patrimonio cultural y debe ser respetada como tal.

Por su parte, el Vaticano no ha emitido comentarios inmediatos sobre la protesta del miércoles, dejando abierta la discusión sobre la relación entre la Iglesia y la tauromaquia.

Con un cartel en inglés (¿hay corridas de toros en algún país de habla inglesa?) un grupo de gamberros interrumpió un acto religioso. Son los de PETA, una organización que mata animales, a miles, y herederos culturales de aquella inhumana sentencia "el mejor indio es el indio muerto"

Es inadmisible que un grupo como PETA, que tiene un historial tan cuestionable en cuanto al trato de animales, venga a darnos lecciones de moralidad. La tauromaquia es parte de nuestra cultura y tradición, y merece ser respetada.

PETA habla de crueldad, pero ellos mismos sacrifican miles de animales cada año. Es pura hipocresía. La tauromaquia tiene un profundo significado cultural y no debería ser objeto de ataques tan mal informados.

Las acciones de PETA no solo son irrespetuosas, sino que también demuestran una falta de comprensión de lo que realmente representa la tauromaquia. No todo es blanco o negro, y ellos deberían aprender a ver los matices y realidades.

Es vergonzoso que interrumpan una audiencia del Papa para sus protestas. Además, es sabido que PETA tiene problemas de credibilidad por su trato a los animales. Deberían centrarse en limpiar su propia casa antes de criticar a otros.

La tauromaquia es una tradición que ha sido parte de nuestra historia durante siglos. Que vengan estos activistas a decirnos que es un pecado es absurdo y demuestra su ignorancia y falta de respeto.

Es curioso cómo PETA, una organización que mata a la mayoría de los animales que recoge, tiene el descaro de protestar contra la tauromaquia. Es pura hipocresía

La intervención de PETA fue una falta de respeto total. La tauromaquia es parte de nuestra identidad cultural y merece ser defendida contra estos ataques infundados.

PETA se aprovecha de situaciones mediáticas para ganar atención, pero su historial muestra que no son tan santos como pretenden. La tauromaquia es un arte y una tradición que debe ser protegida.