Alicante: Las leyes democráticas se imponen al capricho particular de dos partidos, PSOE y Compromís
Publicado: Mar Sep 03, 2024 11:45 am
Alicante: Las leyes democráticas se imponen al capricho particular de dos partidos, PSOE y Compromís
El municipio alicantino de Ondara, gobernado por el PSOE en coalición con Compromís, debe cumplir la ley y cooperar cediendo la plaza de toros para la celebración de una novillada organizada por la Comunidad de Valencia. A pesar de la oposición del alcalde y su equipo de gobierno a las corridas de toros, la decisión se tomó debido a un "imperativo legal" basado en un informe jurídico que les indicaba que no podían negar el uso de un bien público para una actividad legal. La novillada forma parte del Circuito Valenciano de Novilladas, una iniciativa promovida por Vicente Barrera, abogado, ex-torero y vicepresidente de la Generalitad de Valencia.
Ondara, un pueblo que en el pasado ha rechazado celebraciones taurinas como los "bous embolats" tras una consulta ciudadana, ha albergado pocas corridas de toros en los últimos años, siendo la última hace casi dos décadas. La decisión de ceder la plaza ha generado controversia en la localidad, especialmente porque la tradición taurina ha disminuido y la afición parece no estar muy interesada en estos eventos. Sin embargo, la jurisprudencia y las leyes vigentes obligan al ayuntamiento a permitir la realización de la novillada.
El PSOE y Compromís han defendido su postura en el pleno del ayuntamiento, afirmando que la cesión se realiza por respeto a la legalidad y como un acto de responsabilidad de gobierno, aunque la consideran un anacronismo. La decisión fue votada a favor por los ediles socialistas, mientras que los de Compromís y el PP se abstuvieron. La novillada se celebrará el próximo domingo, siendo parte de un circuito que finalizará en Villena a finales de septiembre.
A pesar de la obligación legal, la falta de entusiasmo por la tauromaquia en Ondara refleja una tendencia creciente en algunos sectores muy ruidosos de la sociedad española que ven en esta tradición algo del pasado. Sin embargo, cada año aumenta el número de los que defienden su continuidad como una parte importante de la cultura y la libertad de expresión.
El municipio alicantino de Ondara, gobernado por el PSOE en coalición con Compromís, debe cumplir la ley y cooperar cediendo la plaza de toros para la celebración de una novillada organizada por la Comunidad de Valencia. A pesar de la oposición del alcalde y su equipo de gobierno a las corridas de toros, la decisión se tomó debido a un "imperativo legal" basado en un informe jurídico que les indicaba que no podían negar el uso de un bien público para una actividad legal. La novillada forma parte del Circuito Valenciano de Novilladas, una iniciativa promovida por Vicente Barrera, abogado, ex-torero y vicepresidente de la Generalitad de Valencia.
Ondara, un pueblo que en el pasado ha rechazado celebraciones taurinas como los "bous embolats" tras una consulta ciudadana, ha albergado pocas corridas de toros en los últimos años, siendo la última hace casi dos décadas. La decisión de ceder la plaza ha generado controversia en la localidad, especialmente porque la tradición taurina ha disminuido y la afición parece no estar muy interesada en estos eventos. Sin embargo, la jurisprudencia y las leyes vigentes obligan al ayuntamiento a permitir la realización de la novillada.
El PSOE y Compromís han defendido su postura en el pleno del ayuntamiento, afirmando que la cesión se realiza por respeto a la legalidad y como un acto de responsabilidad de gobierno, aunque la consideran un anacronismo. La decisión fue votada a favor por los ediles socialistas, mientras que los de Compromís y el PP se abstuvieron. La novillada se celebrará el próximo domingo, siendo parte de un circuito que finalizará en Villena a finales de septiembre.
A pesar de la obligación legal, la falta de entusiasmo por la tauromaquia en Ondara refleja una tendencia creciente en algunos sectores muy ruidosos de la sociedad española que ven en esta tradición algo del pasado. Sin embargo, cada año aumenta el número de los que defienden su continuidad como una parte importante de la cultura y la libertad de expresión.