En España, las colonias de gatos ferales amenazan especies protegidas
Publicado: Mar Oct 01, 2024 4:53 pm
En España, las colonias de gatos ferales amenazan especies protegidas
La expansión de las colonias de gatos asilvestrados está generando serios problemas en distintas regiones de España, afectando especialmente a la biodiversidad local. En ciudades como Madrid, la gestión de estas colonias ha sido abordada a través de programas de captura y esterilización (CER), aunque estos métodos han demostrado ser insuficientes para controlar su impacto en la fauna silvestre, principalmente aves urbanas, como los gorriones, cuyas poblaciones han disminuido debido al aumento de depredadores.
En Barcelona, las colonias de gatos también están afectando las aves autóctonas en los parques urbanos, lo que ha llevado a una creciente preocupación por su impacto en la fauna. El Ayuntamiento ha implementado programas de control poblacional, pero estos han tenido un éxito limitado debido a la resistencia a eliminar las colonias establecidas. En las Islas Canarias, el problema es aún más grave. Los gatos asilvestrados son responsables de la depredación de especies endémicas en peligro de extinción, como los lagartos gigantes de El Hierro, La Gomera y Tenerife. Estos felinos constituyen una de las principales amenazas para la fauna canaria, poniendo en peligro a más de 30 especies. La situación en islas como La Graciosa, donde los gatos han proliferado, es crítica, y los esfuerzos para controlar sus poblaciones han mostrado resultados insuficientes.
Finalmente, en Andalucía, los gatos asilvestrados también están afectando los hábitats naturales, especialmente en áreas protegidas.
En el mundo, las colonias de gatos ferales (asilvestrados) representan un grave riesgo para la biodiversidad, causando un impacto significativo en la fauna local. Estos gatos, que viven fuera de entornos domésticos y cazan para sobrevivir, depredan principalmente aves, reptiles y pequeños mamíferos. En Australia, por ejemplo, los gatos ferales matan aproximadamente un millón de reptiles al día, con un 89% de las especies afectadas siendo endémicas de la región. Además, se estima que han contribuido a la extinción de al menos 25 especies de mamíferos y amenazan a otras 124 especies en peligro.
A nivel global, los gatos ferales y domésticos en libertad son responsables de la extinción de al menos 63 especies de vertebrados, incluidas aves y reptiles en peligro de extinción. Se calcula que los gatos cazan unas 2.000 especies de animales diferentes en todo el mundo, lo que agrava el problema de la biodiversidad en múltiples ecosistemas.
La expansión de las colonias de gatos asilvestrados está generando serios problemas en distintas regiones de España, afectando especialmente a la biodiversidad local. En ciudades como Madrid, la gestión de estas colonias ha sido abordada a través de programas de captura y esterilización (CER), aunque estos métodos han demostrado ser insuficientes para controlar su impacto en la fauna silvestre, principalmente aves urbanas, como los gorriones, cuyas poblaciones han disminuido debido al aumento de depredadores.
En Barcelona, las colonias de gatos también están afectando las aves autóctonas en los parques urbanos, lo que ha llevado a una creciente preocupación por su impacto en la fauna. El Ayuntamiento ha implementado programas de control poblacional, pero estos han tenido un éxito limitado debido a la resistencia a eliminar las colonias establecidas. En las Islas Canarias, el problema es aún más grave. Los gatos asilvestrados son responsables de la depredación de especies endémicas en peligro de extinción, como los lagartos gigantes de El Hierro, La Gomera y Tenerife. Estos felinos constituyen una de las principales amenazas para la fauna canaria, poniendo en peligro a más de 30 especies. La situación en islas como La Graciosa, donde los gatos han proliferado, es crítica, y los esfuerzos para controlar sus poblaciones han mostrado resultados insuficientes.
Finalmente, en Andalucía, los gatos asilvestrados también están afectando los hábitats naturales, especialmente en áreas protegidas.
En el mundo, las colonias de gatos ferales (asilvestrados) representan un grave riesgo para la biodiversidad, causando un impacto significativo en la fauna local. Estos gatos, que viven fuera de entornos domésticos y cazan para sobrevivir, depredan principalmente aves, reptiles y pequeños mamíferos. En Australia, por ejemplo, los gatos ferales matan aproximadamente un millón de reptiles al día, con un 89% de las especies afectadas siendo endémicas de la región. Además, se estima que han contribuido a la extinción de al menos 25 especies de mamíferos y amenazan a otras 124 especies en peligro.
A nivel global, los gatos ferales y domésticos en libertad son responsables de la extinción de al menos 63 especies de vertebrados, incluidas aves y reptiles en peligro de extinción. Se calcula que los gatos cazan unas 2.000 especies de animales diferentes en todo el mundo, lo que agrava el problema de la biodiversidad en múltiples ecosistemas.