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Trump quiere marcar la política de Estados Unidos para este siglo

Dos cosas temen en Estados Unidos. El triunfo de un "Milei" o un "Bukele" en México y la posibildiad de que una mayoría de habitantes de Nuevo México o Texas o California dentro de veinte años decidan incorporarse a México de "Milei" o "Bukele" o un dirigente político honrado.

Y la segunda, es la falta de mano de obra barata. Estados Unidos prospera gracias a un élite muy avanzada -solo superada por China en los últimos años- y la abundancia de mano de obra barata. Mucha mano de obra. Muy barata. Ahora fallan las dos. La tecnología y el trabajador no cualificado.

Estados Unidos es un imperio gracias al trabajo de los esclavos del sur, en primer lugar; en segundo lugar, gracias al sistema de segregación, que hasta 1970 permitió mantener a la población negra como mano de obra a precio de saldo, sin cualificar y barata. Otra "mina" de mano de obra barata han sido muchos países del resto de América a donde enviaban sus centros de producción de mercancías; estas mercancías una vez transformadas se "exportaban" luego a Estados Unidos; o explotación directa de enormes latifundios de monocultivo de plátanos, café, etc. Por cada centavo de jornal en esos países, ganaban diez dólares en América.

El liderazgo en tecnología está ahora en China. Y la mano de obra barata la quiere controlar Donald Trump desde los puntos de entrada en la frontera.

Un "Milei" o un "Bukele" en México que sea capaz de poner en marcha a este gigante que pronto tendrá 150 millones de habitantes -tantos como Rusia- sometería a los Estados Unidos a grandes tensiones políticas y sociales.

Estos son los temores de Estados Unidos para este siglo XXI.

Cuando un cubano "emigra" a los Estados Unidos, empezará a trabajar en los puestos más bajos, por el salario más bajo y tendrá que pagar el precio más caro por lo que consuma: alimentos, medicinas, servicios (telefonía, transporte, etc.). Todo ello bien "cargado de impuestos". Este tipo de emigrante es el preferido por los Estados Unidos de América. Por esta razón, asume el comunismo en la isla; y el comunismo en Venezuela.

En ese avión no viaja Sánchez... y tampoco ningún socialista español. Todo socialista español admira el gusto de Sánchez en el Falcon... y su capacidad para transferir cargos y millones a la familia.

Trump iniciará una imparable guerra de aranceles. Ahora que los robots sustituyen a los obreros, las fábricas en China volverán a Estados Unidos, donde unos robots, cero coste salarial, harán el trabajo.