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Jordi Pujol, ondea bandera blanca: Cataluña nunca será independiente

Estamos en el "pais petit" donde todo es posible, como homenajear a un corrupto. Y este corrupto Jordi Pujol, durante décadas presidente del gobierno regional, sentencia: "Cataluña nunca será independiente".

En otras partes Jordi Pujol junto a su familia -todos ellos ricos millonarios sin oficio conocido- todos estarían juzgados y en la cárcel. En Cataluña, uno de las regiones europeas más atrasadas políticamente, le rinden tributo desde las altas instancias.

Y aquí, en este "homenaje", ha hablado con claridad meridiana; a pesar de que está más cerca de los cien años que de los noventa. A pesar de su estado de cansancio y fatiga permanente; a pesar de que quienes le "escoltan" en la tribuna de micrófonos parecen más atentos a que no se tropiece, no se confunda, o traspapelee algo. En este homenaje Jordi Pujol ha sentenciado definitivamente el "sueño" de cientos de miles de catalanes de a pie; pero el sueño de muy pocos dirigentes y políticos en activo: la independencia de la región de Cataluña.

A esos cientos de miles de catalanes les han tomado el pelo, timado, engañado, confundido, toreado, en fin. Y mientras esos cientos de miles salían alegres en manifestaciones, "los pujoles" enraban a saco en los dineros públicos.

¿Desde cuándo sabe Jordi Pujol que la independencia es imposible? Apuesto a que lo sabe desde que se hizo separatista. Veo un paralelismo entre la Cataluña separatista actual y la empresa catalana líder en el sector salud llamada Grífols.

Grífols es una empresa líder en el sector de productos del plamas y otros del sector biomédico. En la actualidad atraviesa problemas gravísimos y está siendo supervisada. ¿Qué pasó con Grífols? Lo mismo que con la Cataluña de Pujol.

Grífols se endeudó más allá de límites peligrosos; lo cual fue denunciado, y lógicamente sus acciones cayeron y actualmente esta empresa está bajo control de manos distintas a los dueños catalanes. Cataluña, otro tanto, siguiendo el "sueño independentista" de Pujol y otros pocos visionarios, han vivido del prespuesto del estado español. Cuando tengan que devolver esas enormes sumas de dinero entonces conocerán los catalanes el precio de la independencia que otros "cobraron" y gastaron o se llevaron a algún lugar.

Cataluña tiene una deuda de casi 75.000 millones de euros con el estado español. El presupuesto de Cataluña son unos 40.000 millones de euros. Prácticamente, Cataluña debe al estado el presupuesto total de la Generalidad por dos anualidades. ¿Dónde, quién ha gastado esa inmensa cantidad de dinero?

Deuda de la Comunidad de Madrid: unos 35.000 millones, pero es una deuda con bancos e inversores. Madrid puede financiarse en el mercado de capitales. Cataluña no.

Esto es lo que han conseguido las políticas de Jordi Pujol.

Esta confesión de Jordi Pujol de que la independencia de Cataluña es imposible, por... (aquí se puede poner cualquier razón) ha sido como una taza de veneno que cada independentista ha tenido que beber en silencio. Ese veneno ha matado en muchos catalanes sus sentimientos separatistas.

Me he acordado de este, que iba para alcalde pero que sin enterarse muy bien, vió como los otros grupos se conjuraron para echarlo: "Que us bombin a tots". Cualquiera de los Pujoles se apunta a esto: "que us bombin a tots".

Si arrojan la bandera ¿quién se arrimará a su causa, a su partido? Estas palabras de Pujol han dejado muchos huérfanos en Cataluña, porque lo que unía a Pujol con Puigdemont y los que hubo en el intermedio, estaba ligado por el deseo de "independencia". Y este deseo, este sueño, ha quedado roto al correr el telón Jordi Pujol y mostrar la realidad de su pensamiento.

Jordi Pujol está más cerca de cumplir cien años que de los noventa y, acaso por primera vez en su vida, ha hablado con rigor y seriedad como nunca hasta ahora lo había hecho, ni él como presidente o candidato, ni sus subordinados o sucesorse. “No seremos independientes”.

No seréis independientes porque para ganar la independencia, para fundar un país se necesitan hombres de otra pasta. Y los jefes separatistas son separatistas por la gallina