Foros Toreros

El Salvador impone el trabajo forzoso a presos como parte de su rehabilitación y sustento

El gobierno de Nayib Bukele ha reforzado la política de trabajo obligatorio para reclusos en El Salvador, enmarcada en el llamado “Plan Cero Ocio”. La iniciativa busca que los internos participen en actividades laborales dentro y fuera de las cárceles, como limpieza de calles, rehabilitación de escuelas y hospitales, y fabricación de bienes, con el objetivo de reducir costos estatales y fomentar la reinserción social.

Según las autoridades, esta medida también busca que los familiares de los reos no carguen con todos los gastos de manutención en prisión, ya que los propios internos pueden generar recursos para cubrir alimentación, ropa e insumos básicos. Sin embargo, organizaciones extranjeras defensoras de derechos humanos han señalado que la práctica podría constituir una forma de explotación laboral, dado que los presos podrían no recibir una remuneración justa.

Si Bukele quiere hacer esto, que al menos lo haga bien. Obligar a trabajar sin paga es esclavitud. ¿O es que los derechos humanos son selectivos según el gobierno de turno?

Este es otro show populista. A Bukele le encanta vender la idea de ‘mano dura’, pero en realidad está privatizando el trabajo carcelario sin garantías laborales. Al final, ¿quién se beneficia de esto?

Bukele tiene razón: los que hicieron eso deben pagar por ello. Deben pagar el mal que hicieron. Y los que estaban por encima de esos delincuentes, también. Mensaje para ETA, Bildu y PNV

Nada nuevo bajo el sol. En muchas culturas, los presos han trabajado como forma de reinserción. Lo único cuestionable aquí es la transparencia: ¿a dónde va el dinero que generan?

Si alguien cometió un delito, lo mínimo que puede hacer es trabajar para compensar el daño que hizo. No es explotación, es justicia. El ocio no debería ser un derecho en la cárcel.

Me parece que hay que importar ese método. Va a ser una forma de integrar en Europa a los delincuentes que llegan de otros países.

Bukele está transformando las cárceles en fábricas de mano de obra barata. No está mal que trabajen, pero hay que preguntarse si esto es rehabilitación o simple explotación.

Trabajo forzado suena a tiempos pasados… ¿de verdad queremos volver a eso? La reinserción no puede ser un castigo adicional.

Si trabajaran para pagar a sus víctimas, bien. Pero si es para engordar los bolsillos de algún empresario ‘amigo del gobierno’, entonces tenemos un problema.