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Tomás Campos: trayectoria de pasión y tradición taurina

Tomás Campos ha sido un torero "maltratado" por el sistema. Con todos los pronunciamientos favorables, su proyección fue cortada en 2019 con una grave cogida y una larga y dura recuperación; luego llegó la pandemia; y ahora pasados los años, Tomás Campos merece su oportunidad. Seguro que hay más que encontraréis los aficionados, pero dejo aquí estos apuntes de su biografía, corta pero intensa.

Tomás Campos de Diego, conocido en el mundo taurino simplemente como Tomás Campos, nació el 24 de abril de 1992 en Llerena, una localidad de la provincia de Badajoz. Proveniente de una región con fuerte tradición taurina, su afición por los toros se manifestó desde muy pequeño, lo que lo llevó a formarse en la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz, donde destacó como uno de los alumnos más prometedores gracias a su talento y dedicación. Su carrera comenzó a tomar forma el 9 de septiembre de 2009, cuando debutó en público en Albuquerque. Posteriormente, el 30 de junio de 2011, se presentó como novillero sin picadores en Sevilla, y el 2 de marzo de 2012 realizó su debut con picadores en la plaza de toros de Olivenza, compartiendo cartel con Álvaro Sanlúcar y Tomás Angulo, mientras lidiaba novillos de José Luis Marca.

En 2013, amplió su proyección presentándose en dos plazas emblemáticas: el 21 de abril en Las Ventas de Madrid, junto a Roberto Blanco y Gonzalo Caballero, con novillos de Collado Ruiz, y el 12 de mayo en Sevilla.

El 22 de junio de 2014 representó un punto de inflexión en su carrera, porque tomar la alternativa en la plaza de toros de Badajoz, donde se formón, consolidó de manera definitiva su posición en el mundo taurino.

En esa ceremonia, contar con Morante de la Puebla como padrino y tener a El Juli y Miguel Ángel Perera como testigos hizo que el momento se sintiera realmente legendario, enfrentándose a toros de Garcigrande.

¡Imagínate el espectáculo! Verlo salir a hombros junto a Perera fue como presenciar a un auténtico crack en acción, demostrando valor y destreza en cada faena.

Aunque empezó con todo como novillero, cuando pasó a ser matador en España la falta de contratos frenó un poco su impulso, cambiando el rumbo de su carrera de forma inesperada.

A veces la vida te pone a prueba, pero este muchacho supo buscar nuevas oportunidades. Se fue a Francia y, actuando en plazas como Bayona y Dax, demostró que con determinación se pueden superar hasta los mayores obstáculos.

Con un estilo tan aplomado y elegante, hasta los franceses quedaron encantados. ¡Parece que abrió más puertas en Francia que un buen chiste en una reunión familiar!

En la mágica Arnedo, La Rioja, su talento brilló al recibir el prestigioso Zapato de Oro en 2012, un galardón que resplandece tanto como su arte en el ruedo.

La grave lesión sufrida en agosto de 2019 en Cenicientos, cuando un toro le causó una fractura-luxación en el tobillo, es un recordatorio crudo de los riesgos extremos que implica esta apasionante profesión.

Me gusta la idea, pero no sé si tanto dibujo quita seriedad a lo que es el toro en la plaza. La bravura no necesita adornos, aunque está bien hecho.