El Juli, Orgullito y la faena que rompió Sevilla en aquella memorable fecha
Publicado: Mié Abr 16, 2025 5:35 pm
El Juli, Orgullito y la faena que rompió Sevilla en aquella memorable fecha
Una tarde para el recuerdo
El 16 de abril de 2018, la Real Maestranza de Sevilla vivió una de esas tardes que quedan ancladas en la memoria colectiva de la afición. Fue la octava corrida de abono de la Feria de Abril, con un cartel de altos vuelos: Enrique Ponce, El Juli y Alejandro Talavante. Pero fue el quinto toro de la tarde, un negro listón de 528 kilos, quien acabó escribiendo su nombre en la historia: Orgullito, de la ganadería de Garcigrande. El toro soñado
Ganado por la nobleza y la bravura que mostró en la muleta, Orgullito fue indultado tras una faena memorable de Julián López “El Juli”, quien firmó esa tarde una de las actuaciones más emocionantes de sus veinte años de alternativa. Aquel día, la conjunción perfecta entre toro y torero regaló al toreo moderno una obra de arte efímero que todavía resuena en los tendidos sevillanos. La faena perfecta
El Juli ya había cortado dos orejas a su primer toro de la tarde, pero su conexión con Orgullito fue distinta. Desde las primeras verónicas hasta el último muletazo invertido, la faena fue creciendo en emoción, limpieza y ligazón. El toro humillaba, repetía, se entregaba. Julián lo entendió con claridad absoluta, llevándolo siempre por abajo, templado, sin una brusquedad. Cada tanda parecía más honda que la anterior. El clamor de la plaza
A mitad de faena, la plaza ya no estaba en modo análisis: estaba en pie. El público vibraba, pedía el indulto a gritos, y al fin el presidente José Luque Teruel mostró el pañuelo naranja. El Juli alzó los brazos. Sevilla, en trance. El toro regresó vivo a los corrales. Julián dio la vuelta al ruedo junto a Justo Hernández, ganadero de Garcigrande, en un momento emotivo que tenía una carga añadida: hacía pocos meses había fallecido Domingo Hernández, fundador del hierro.
La quinta Puerta del Príncipe
Aquel día, El Juli salió por la Puerta del Príncipe por quinta vez en su carrera, una gesta que solo los grandes consiguen repetir. Pero incluso para un torero que lo ha vivido todo, la faena con Orgullito fue especial. Lo dijo sin dudar en declaraciones posteriores: “Nunca había toreado un toro con tanta calidad”.
Reconocimiento y memoria
La faena tuvo eco inmediato: crónicas, tertulias, redes sociales, e incluso un azulejo en los corrales de la Maestranza, colocado en 2019 para honrar al toro indultado. La inscripción detalla no solo la bravura del animal, sino también los nombres de los hombres que completaron la obra: la cuadrilla de El Juli, el presidente, el ganadero. Un azulejo como documento de una tarde que merece ser recordada con todos sus matices.
Una tarde para el recuerdo
El 16 de abril de 2018, la Real Maestranza de Sevilla vivió una de esas tardes que quedan ancladas en la memoria colectiva de la afición. Fue la octava corrida de abono de la Feria de Abril, con un cartel de altos vuelos: Enrique Ponce, El Juli y Alejandro Talavante. Pero fue el quinto toro de la tarde, un negro listón de 528 kilos, quien acabó escribiendo su nombre en la historia: Orgullito, de la ganadería de Garcigrande. El toro soñado
Ganado por la nobleza y la bravura que mostró en la muleta, Orgullito fue indultado tras una faena memorable de Julián López “El Juli”, quien firmó esa tarde una de las actuaciones más emocionantes de sus veinte años de alternativa. Aquel día, la conjunción perfecta entre toro y torero regaló al toreo moderno una obra de arte efímero que todavía resuena en los tendidos sevillanos. La faena perfecta
El Juli ya había cortado dos orejas a su primer toro de la tarde, pero su conexión con Orgullito fue distinta. Desde las primeras verónicas hasta el último muletazo invertido, la faena fue creciendo en emoción, limpieza y ligazón. El toro humillaba, repetía, se entregaba. Julián lo entendió con claridad absoluta, llevándolo siempre por abajo, templado, sin una brusquedad. Cada tanda parecía más honda que la anterior. El clamor de la plaza
A mitad de faena, la plaza ya no estaba en modo análisis: estaba en pie. El público vibraba, pedía el indulto a gritos, y al fin el presidente José Luque Teruel mostró el pañuelo naranja. El Juli alzó los brazos. Sevilla, en trance. El toro regresó vivo a los corrales. Julián dio la vuelta al ruedo junto a Justo Hernández, ganadero de Garcigrande, en un momento emotivo que tenía una carga añadida: hacía pocos meses había fallecido Domingo Hernández, fundador del hierro.
La quinta Puerta del Príncipe
Aquel día, El Juli salió por la Puerta del Príncipe por quinta vez en su carrera, una gesta que solo los grandes consiguen repetir. Pero incluso para un torero que lo ha vivido todo, la faena con Orgullito fue especial. Lo dijo sin dudar en declaraciones posteriores: “Nunca había toreado un toro con tanta calidad”.
Reconocimiento y memoria
La faena tuvo eco inmediato: crónicas, tertulias, redes sociales, e incluso un azulejo en los corrales de la Maestranza, colocado en 2019 para honrar al toro indultado. La inscripción detalla no solo la bravura del animal, sino también los nombres de los hombres que completaron la obra: la cuadrilla de El Juli, el presidente, el ganadero. Un azulejo como documento de una tarde que merece ser recordada con todos sus matices.