La empresa que rechazó un vídeo taurino, al borde de la desaparición
Publicado: Dom Jun 01, 2025 1:01 pm
Finetwork, de la polémica taurina al precipicio económico
Hace apenas un año, el operador de telefonía Finetwork protagonizaba una sonada polémica en redes sociales al desmarcarse públicamente de unas palabras de Luis de la Fuente, seleccionador nacional de fútbol, en las que el técnico riojano expresaba su admiración por el torero Emilio de Justo. “Nos desvinculamos de sus declaraciones”, dijeron entonces, pese a que el vídeo no tenía relación con el fútbol ni con el patrocinio deportivo.
Aquel gesto de corrección política, celebrado por algunos sectores, fue interpretado por otros como una claudicación ante el ruido digital. Hoy, según informa el portal Merca2, Finetwork se enfrenta a una situación mucho más grave: problemas financieros estructurales que podrían desembocar en su desaparición o absorción por parte de otros operadores más sólidos. La compañía ha entrado en una fase crítica que amenaza su viabilidad.
El contraste entre el activismo selectivo y la realidad económica ha generado una nueva oleada de reacciones entre los aficionados taurinos. Muchos recuerdan la controversia como un síntoma de la creciente tensión entre la corrección institucional y la expresión libre de apoyos culturales, en este caso hacia una figura del toreo. El giro del destino parece, para algunos, irónico: quienes se desvinculan de una tradición popular, dicen, terminan desvinculados del mercado.
La crisis de Finetwork no es sólo un episodio empresarial, sino también un espejo de cómo se entienden hoy los patrocinios, las identidades culturales y la exposición pública. El caso de Emilio de Justo quedó como una anécdota… hasta que la realidad empresarial tocó la puerta.
Hace apenas un año, el operador de telefonía Finetwork protagonizaba una sonada polémica en redes sociales al desmarcarse públicamente de unas palabras de Luis de la Fuente, seleccionador nacional de fútbol, en las que el técnico riojano expresaba su admiración por el torero Emilio de Justo. “Nos desvinculamos de sus declaraciones”, dijeron entonces, pese a que el vídeo no tenía relación con el fútbol ni con el patrocinio deportivo.
Aquel gesto de corrección política, celebrado por algunos sectores, fue interpretado por otros como una claudicación ante el ruido digital. Hoy, según informa el portal Merca2, Finetwork se enfrenta a una situación mucho más grave: problemas financieros estructurales que podrían desembocar en su desaparición o absorción por parte de otros operadores más sólidos. La compañía ha entrado en una fase crítica que amenaza su viabilidad.
El contraste entre el activismo selectivo y la realidad económica ha generado una nueva oleada de reacciones entre los aficionados taurinos. Muchos recuerdan la controversia como un síntoma de la creciente tensión entre la corrección institucional y la expresión libre de apoyos culturales, en este caso hacia una figura del toreo. El giro del destino parece, para algunos, irónico: quienes se desvinculan de una tradición popular, dicen, terminan desvinculados del mercado.
La crisis de Finetwork no es sólo un episodio empresarial, sino también un espejo de cómo se entienden hoy los patrocinios, las identidades culturales y la exposición pública. El caso de Emilio de Justo quedó como una anécdota… hasta que la realidad empresarial tocó la puerta.