Ramón Serrano, adiós al “rey del quiebro” que encendió al rejoneo mexicano
Publicado: Vie Oct 03, 2025 12:56 pm
Ramón Serrano, adiós al “rey del quiebro” que encendió al rejoneo mexicano
El rejoneador Ramón Serrano Segovia falleció este martes 30 de septiembre en un hospital de la Ciudad de México, a los 79 años, tras meses de luchar contra una insuficienci a respiratoria. Su muerte conmociona al mundo taurino mexicano, que recuerda con emoción y polémica a quien, sin haber nacido en cuna taurina, se ganó un sitio a base de carácter, bravura y corazón.
Nacido en 1946, Serrano se inició en la charrería y llegó tarde al rejoneo, pero supo revolucionarlo con un estilo provocador y caballos memorables. Su cuadra brilló con nombres como “Amoroso” o “Cordobés”, y su alternativa en 1979 de manos de Gastón Santos en San Luis Potosí marcó el inicio de una trayectoria intensa. En 1990 alcanzó la Plaza México tras más de 200 actuaciones en provincia, consolidando su figura.
Su carrera estuvo marcada por la valentía y la controversia. Retó en público a Manolo Martínez, regaló caballos enteros a compañeros en desgracia y sufrió la pérdida de ejemplares queridos, como “Cordobés”, herido de muerte en Zacatecas. También vivió temporadas en Portugal, donde compartió cartel con figuras lusitanas, y desarrolló su ganadería Pie de Casas en Tepeji del Río.
En lo personal, Serrano fue recordado por su carácter fuerte y su generosidad desbordante. Desde invitar a aficionados a su mesa hasta donar un quirófano móvil para toreros, su vida estuvo jalonada de gestos que reforzaron su leyenda. En sus últimos años acompañó los pasos de su hija Mónica en la doma y el rejoneo, apoyándola desde el rancho familiar.
Con su partida, no sólo se va un torero a caballo: se despide un hombre que puso nervio y coraje en cada tarde, que regaló mitos y dejó recuerdos imborrables. Ramón Serrano no muere del todo: seguirá vivo en la memoria de quienes lo vieron arriesgar hasta lo imposible en un ruedo.
El rejoneador Ramón Serrano Segovia falleció este martes 30 de septiembre en un hospital de la Ciudad de México, a los 79 años, tras meses de luchar contra una insuficienci a respiratoria. Su muerte conmociona al mundo taurino mexicano, que recuerda con emoción y polémica a quien, sin haber nacido en cuna taurina, se ganó un sitio a base de carácter, bravura y corazón.
Nacido en 1946, Serrano se inició en la charrería y llegó tarde al rejoneo, pero supo revolucionarlo con un estilo provocador y caballos memorables. Su cuadra brilló con nombres como “Amoroso” o “Cordobés”, y su alternativa en 1979 de manos de Gastón Santos en San Luis Potosí marcó el inicio de una trayectoria intensa. En 1990 alcanzó la Plaza México tras más de 200 actuaciones en provincia, consolidando su figura.
Su carrera estuvo marcada por la valentía y la controversia. Retó en público a Manolo Martínez, regaló caballos enteros a compañeros en desgracia y sufrió la pérdida de ejemplares queridos, como “Cordobés”, herido de muerte en Zacatecas. También vivió temporadas en Portugal, donde compartió cartel con figuras lusitanas, y desarrolló su ganadería Pie de Casas en Tepeji del Río.
En lo personal, Serrano fue recordado por su carácter fuerte y su generosidad desbordante. Desde invitar a aficionados a su mesa hasta donar un quirófano móvil para toreros, su vida estuvo jalonada de gestos que reforzaron su leyenda. En sus últimos años acompañó los pasos de su hija Mónica en la doma y el rejoneo, apoyándola desde el rancho familiar.
Con su partida, no sólo se va un torero a caballo: se despide un hombre que puso nervio y coraje en cada tarde, que regaló mitos y dejó recuerdos imborrables. Ramón Serrano no muere del todo: seguirá vivo en la memoria de quienes lo vieron arriesgar hasta lo imposible en un ruedo.