Foros Toreros

Cataluña ya tiene torero: Mario Vilau gana la Liga Nacional de Novilladas

Cataluña ya tiene torero. Mario Vilau ha conquistado con fuerza y temple la final de la Liga Nacional de Novilladas, celebrada en Sanlúcar de Barrameda. La faena frente al cuarto de Fuente Ymbro, de gran calidad y noble embestida, fue un despliegue de mando, estética y emoción. Dos orejas, rabo y vuelta al ruedo para el astado rubricaron un triunfo que marca la temporada de su consagración como gran novillero.

El catalán saludó a la verónica de rodillas y toreó con temple y hondura, conectando con los tendidos desde el primer lance. La faena al natural alcanzó el punto más alto de la tarde, con tandas suaves, limpias y muy ligadas. A pesar de la petición mayoritaria de indulto, Vilau mató a la segunda con una gran estocada. El público respondió con una ovación clamorosa.

Tomás Bastos también brilló con fuerza al primero, al que desorejó tras una faena de novillero cuajado y decidido. Ruiz de Velasco, con un quinto exigente, mostró personalidad y buen concepto para cortar otra oreja. Álvaro Serrano paseó un trofeo tras una labor vibrante al segundo, mientras que Carlos Tirado dejó una actuación de entrega frente al lote menos propicio.

La tarde de Sanlúcar dejó sobre la arena no solo el triunfo de un nombre propio, Mario Vilau, sino también una sensación general de alto nivel en la terna. Los novillos de Fuente Ymbro ofrecieron distintos matices, con un cuarto excepcional que elevó la emoción del festejo a lo más alto de la temporada.

Este triunfo no solo consolida a Mario Vilau como revelación del año, sino que abre una expectativa enorme para su paso a plazas de mayor responsabilidad. La afición catalana, con escasas figuras en los últimos tiempos, tiene en él a un torero para soñar.

Y este es Mario Vilau, el torero de Cataluña más joven, recibiendo en Ceret a su novillo a porta gayola, suerte que volvería a ejecutar en Sanlúcar de Barrameda con su novillo.

Es un torero valiente; y para triunfar, hay que ser valiente. ¿Quién puede acusar a un novillero de no ser un artista? Para ser valiente hay que tener conocimientos para dominar al novillo; luego, con el tiempo, llega el arte.

Qué manera de templar… no toreó, flotó sobre el ruedo. A cada pase parecía que se paraba el tiempo.

Cataluña necesitaba un torero que hiciera sentir. Hoy Mario Vilau no solo toreó, levantó pasiones.

El saludo de rodillas fue un golpe directo al corazón. No hubo medias tintas: fue entrega pura desde el primer segundo.

Bastos estuvo hecho un torero de los buenos. Toreó con verdad, sin adornos sobrantes, con una serenidad que cala.

A mi le lo contaron que el cuarto de Fuente Ymbro… ¡qué embestida tenía! Que fue como un río bravo y noble. Y Vilau, un torero que supo navegarlo.

La plaza rugió como en las tardes grandes. Ese tipo de emoción no se inventa, se vive o no se vive.

Tirado no tuvo suerte, pero vaya si se partió el alma. No todo son trofeos; a veces, la verdad está en el esfuerzo.