Foros Toreros

Y los ecologistas, animalistas, etcétera, sin montar ningún escándalo. ¡Esto ya no es lo que era! Las trampas del ayuntamiento de Madrid han cazado más de medio centenar de jabalíes en la Casa de Campo y en los límites con Tres Cantos.

La Casa de Campo es el principal hábitat al que se ha incorporado esta especie que prolifera en toda la región. La especie es además causante de numerosos accidentes de tráfico y este ha sido uno de los principales motivos para controlar la población con trampas específicas para estos animales.

Pero, lo dicho ¿no es extraño que los ecologistas no hayan puesto el grito en el cielo? Al menos deberían alzar la voz.

A esos jabalíes los matan los veterinarios ¡mal! ¡muy mal! ¿cuántos cotos pondrían dinero para llevárselos y organizar batidas? Matar a estos animales a jeringazos es cruel.

Esto es un parque de Madrid. La sobrepoblación de conejos salta a la vista ¿qué hacer?

En las grandes ciudades deberían existir parques específicos paras perros, de pago o gratis, cada uno de ellos centrado en un tipo de uso. Por ejemplo, campos de caza para galgos.

Y en los parques debería estar delimitada la zona para perros de la zona para personas. Esto es de sentido común.

Me voy a apuntar a los parques esos de experiencias, si no existen, se inventan y encontrarme con un parque así, eso debe ser el cielo para los galgos todo el año.

Un parque de experiencias¿ Un parque preparado para que una liebre se ejercite en vivo con uno galgos? en una ciudad? esto debía ser un parque en un pueblo.

Para un galgo perseguir a una liebre o un conejo en uno de esos parques sería la experiencia de su vida, no de un día o un mes o un año, ¡de su vida!

Este tipo de parques de experiencias para perros son todo menos animalistas: un animalista no puede aceptar la condición animal de su mascota porque la ha convertido en un juguete, exigente, pero juguete.

Ese es un parque de experiencias para galgos... aunque para un galgo puede enloquecer si se encuentra así, en el paraíso de los galgos, o en el infierno, corra por donde quiera correr, siempre habrá unos cuantos conejos.