Foros Toreros

El torero Emilio de Justo como todos los toreros y novilleros han visto pasar un año 2020 que desde marzo comenzó a desmoronarse y ya no se recuperaría. El 2021 comienza con idéntica incertidumbre, y el torero cacereño tuvo la fortuna de torear con éxito algunas corridas de finales del pasado 2020. Para el futuro, pide grandes reformas en el sector.

Emilio de Justo: “Ha sido un año muy duro emocionalmente”
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¿Reformas grandes? Una reforma grande es el video arbitraje; o la puntuación y la valoración de la faena en un cuadernillo. Luego se suman, y ¡ya está!

Habrá un cuaderno de valoración para plazas de primera, segunda y tercera. Y como si fuera gimnasia en los juegos olímpicos, un jurado valora y vota.

Todo el mundo habla de meter reformas... ¡hay que mojarse, hay que plantear cambios! y paso a paso unos cambios quedarán y otros esperarán a mejor ocasión.

Todo el mundo habla de grandes males y pide aplicar grandes remedios, pero nadie dice dónde meter el bisturi: esto es la tauromaquia, de hoy, ayer y siempre.

No es lo mismo ganar orejas en una plaza techada que en una abieta quedando a merced del viento. El viento es como un segundo toro. No no es lo mimso. Una idea para reformas.

Aquí hay un gran reforma: el bombo, el sorteo toros y ganaderías en Portugal. Y serán los rejoneadores 9 en total, los que aceptan los riesgos de introducir cambios.


Évora cierra los nombres para el primer bombo de Portugal
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Una champions league de toreros. El escalafón se han quedado anticuado, obsoleto, anquilosado. Anquilosado, porque los que más torean, lo hagan bien o regular, suben. Obsoleto, porque la afición y la sociedad viven otra forma de competencia. Anticuado, necesita reforma; no vale lo mismo una ovación con una ganadería dura; que una oreja con una ganadería "orejera" en una plaza que regala orejas como si fueran chucherías.

¿Grandes reformas? Reformas sensatas que pongan fin a vicios dañinos para la tauromaquia. Un apoderado no puede ser titular de una ganadería; ni un ganadero apoderar toreros. Y un empresario ninguna de las dos cosas: no puede poseer ganado de lidia ni una cartera de toreros a los que apodera.

Con estas tres reformas que son solo una, el sector iba a notar un cambio desde el día primero.