Foros Toreros

Esta es la pregunta que os hago: ¿creéis que la prensa de izquierda en España está a favor de los derechos humanos en Cuba? Mi respuesta es clara: NO. ¿Hoy sí están a favor y ayer no?

Agresiones de la policía cubana a los periodistas y fotógrafos que informan de las protestas en Cuba, como el caso del español Ramón Espinosa de AP

Esto lo tienen que demostrar a partir de ahora. Estamos entrando en un "periodo especial" en el que si aguantan unos días más los cubanos, la prensa deberá posicionarse con nitidez y empezar a exigir explicaciones por los detenidos, desparecidos, y muertes de jòvenes manifestantes a manos de la policía cubana.

Claramente no, la prensa de izquierda está a favor del dictador y de su dictadura; de sus torturadores y de su represores; de la policía callejera y de sus matones. Esta es la prensa de izquierda en España, dispuesta a defender al tirano en pleno siglo XXI.

No está a favor ni se les espera. La prensa de izquierda está controlada por comunistas locos y locos comunistas. Y esos medios trabajan para alimentar a esos grupos, al de los comunistas enloquecidos; y a los locos comunistas.

La perestroika, que significa reconstrucción y la glásnost que significa transparencia fueron las palabras que tumbaron el comunismo soviético. Ni perestroika ni glásnost quieren los medios de comunicación de izquierda en España.

La prensa de izquierda estaba a favor del comunismo en Rusia en Bulgaria y en Rumanía hace treinta años. No ha evolucionado nada, no ha aprendido nada: ahora apoyan la represión feroz de los comunistas en Cuba contra su propio pueblo.

La prensa que se llama progresista en España tiene un lado oscuro, una cara oculta que es visible ahora desde Cuba: esos periódicos odian la libertad.

No, la prensa de izquierda responde al sentimiento de la mayoría de los izquierdistas españoles: el castrismo -piensan la mayoría de las izquierdas en España- no es una dictaura; y si es dictadura, es dictadura buena. Este es el resumen del ATRASO DE SIGLOS de una parte de España.

Rotundamente, no. La prensa de izquierda en España está feliz con su colección de dictadores. Hasta Gadafi les parecía un dictador bueno que reinaba sobre un pueblo feliz. Y no.