Foros Toreros

Morante entra en la historia del toreo por su inmensa aportación desde el año de la pandemia. Inmensa.

Igual que no se puede explicar la tauromaquia a un antitaurino, porque hablamos de sentimientos de sensaciones; igual digo, no se puede medir en Morante los sentimientos y sensaciones que moviliza por el número de orejas o puertas grandes en una plaza u otra. Es todo.

P.- Al margen de ese interés empresarial, usted subrayó que aspiraba a devolver la fiesta a los pueblos con una estrategia expansiva contra el elitismo reinante.

R.-
La tendencia de las figuras a no comparecer en los lugares de menos responsabilidad, menos público [léase también menos dinero] y menos entidad era peligrosa. Y a mí me preocupaba. Como me inquieta el futuro. Soy un torero que está en la madurez, ya casi a punto de que pase. Para torear 100 corridas hay que ir a los pueblos, anunciarse con compañeros inusuales y matar ganaderías que no se matan. Había que ir en contra de la corriente. Me encuentro satisfecho.

En el periódico El Mundo, entrevista a Zabala de la S.

Yo viví la época de Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y Morante de la Puebla.

Todo pudo truncarse, las cien corridas, nada más empezar, con la cogida en La Línea que le afectó al hombro: «Hubo momentos complicados, especialmente el vivido en La Línea, el día antes de Resurrección. Sentí que se partía el hombro. No soy hombre de números, pero sí de lógica. Y pensé: «Aquí se acaba la historia». Todavía sigo resintiéndome [y se toca la articulación derecha, frunciendo el ceño]. A Sevilla llegué muy dolorido, infiltrado, inseguro. Si daba un pasito atrás moría el sueño. Había que hacer el esfuerzo y tirar hacia delante, no acostumbrarme a la renuncia. O se escaparían las 100 tardes», comentaba Morante en El Mundo.

Morante es el torero del año, como el año pasado, y como antes de la pandemia.

Aquí parecéis todos muy jóvenes, pero recordar que esta temporada de las cien corridas, ha fallecido el padre de Morante de la Puebla, el hombre que inició a José Antonio en el toreo. Pero Morante ha seguido, a pesar del dolor.

Las cien corridas de toros de Morante y el arte que ha ido dejando y sembrando en cada una de las plazas tendrán su cosecha en el futuro. Y es un ejemplo de superación para los jóvenes toreros de hoy.

Torear cien corridas es un esfuerzo inmenso que obliga a torear también en plazas de los pueblos, y ajustar la retribución según la plaza, y en este mismo año muere el padre de Morante... un titán Morante de la Puebla estas últimas temporadas.

Traigo aquí las palabras del ganadero Salvador Gavira García, un ganadero como la inmensa mayoría con pocas reses, con una cabaña reducida, pero que reconoce en el gesto de Morante la lidia de reses de ganaderías poco habituales en los ruedos, lo que les da oportunidades a los minoritarios.