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El 29 de enero del año 2006, el toro “Pajarito” hizo historia al ser el primero en brincar al tendido de la Plaza México.

11 personas resultaron heridas; los más graves fueron Julieta Gil, con una cornada en el bajo vientre, y Andrés García Lavín con una fractura de pelvis a causada al saltar al callejón para escapar de las embestidas del toro.

"Pajarito" de 503 kilogramos, saltó por encima del cable, impulsado por sus cuartos traseros sobre el burladero, y saltó más de 2.30 metros de altura. Se produjeron unos segundos de pánico e intentos de escapar por parte del público. Finalmente, el toro fue reducido por el subalterno español Manolo Rodríguez que amarró el rabo del toro al cable de hierro de la barrera de la primera fila.

Hay confusión en los medios sobre quién dió la puntilla al animal. Algunos periódicos informaron que fue el rejoneador Felipe Vallina, espectador del festejo. Otros afirman que el golpe de gracia lo realizó Leopoldo Casasola, un matador que estaba en el tendido.

Las imágenes, sin duda, viendo cómo el toro se apodera del tendido causando el pánico y llenando de nervios a los espectadores, causan un estrecimiento de sorpresa incluso vistas por televisión pasados unos años.

Auténtico pánico, no hay otra forma de decirlo, un toro bufando y tirando cornadas y el público que no puede escapar. tremendo

Nos parecerá algo extraño y exótico que un toro salte sobre el callejón y llegue a las barreras, pero en México el salto del toro Pajarito fue un suceso dramático que entre otras desgracias, causó una víctima mortal. Y de estas casualidades fatídicas que acompañaban al luctuoso suceso, porque la víctima mortal, don Andrés García Lavín, empresario de Mérida, con 78 años, acudía por primera vez a una plaza de toros para presenciar una corrida.

El salto legendario de 'Pajarito': un momento histórico en la Plaza México

Ciudad de México, 29 de enero de 2025. Hace 19 años, la Plaza de Toros México, el coso taurino más grande del mundo, fue testigo de un suceso que quedó grabado en la memoria de los aficionados. El toro "Pajarito", perteneciente a la ganadería de Cuatro Caminos, protagonizó un momento insólito y aterrador al saltar una altura de 2.26 metros y volar una distancia de 2.22 metros hasta el tendido, dejando a los espectadores en estado de shock. Este evento no solo demostró la bravura y potencia del animal, sino que también dejó varios heridos y generó un debate sobre los riesgos inherentes a la fiesta brava.

El suceso
El 29 de enero de 2006, durante la cuarta corrida de la Temporada Grande, "Pajarito" hizo historia. El astado, de capa cárdena y cuernos cortos, con un peso estimado de 502 kilogramos, mostró una fuerza descomunal desde su salida al ruedo. En un instante, el animal tomó impulso y superó la barrera que separa el ruedo de los tendidos, aterrizando en medio del público. Lo que debía ser una tarde normal se convirtió en un episodio de caos y pánico entre los asistentes.

Varios aficionados resultaron heridos en el impacto, entre ellos un hombre que sufrió una fractura en el brazo y otro con contusiones en la cabeza. Los servicios de emergencia actuaron rápidamente, mientras los subalternos y personal de la plaza intentaban contener al toro. Finalmente, "Pajarito" fue reducido y sacrificado en el ruedo.

Reacciones y consecuencias
El suceso reavivó el debate sobre la seguridad en las plazas de toros. Para algunos, fue una demostración de la fuerza y el espíritu indomable de los toros bravos; para otros, un recordatorio de los riesgos que conlleva este espectáculo. A raíz del incidente, las autoridades revisaron los protocolos de seguridad para evitar que un hecho similar volviera a ocurrir. Sin embargo, muchos señalaron que la naturaleza impredecible de los toros bravos hace imposible garantizar una seguridad absoluta.

El legado de 'Pajarito'
A 19 años de este acontecimiento, el salto de "Pajarito" sigue siendo recordado como uno de los momentos más impactantes en la historia de la tauromaquia. Su nombre quedó asociado a una hazaña única en la Plaza México. Para los aficionados, "Pajarito" no solo saltó una barrera, sino que dejó una huella imborrable en la memoria colectiva del toreo.

Pajarito parecía tener alas, nunca vi algo igual en una plaza de toros.

Fue un momento de terror, la gente no sabía hacia dónde correr.

Ese toro tenía un poder impresionante, nos deja a todos sin aliento viendo las imágenes.

Después de aquello, nunca volví a sentarme en el tendido bajo. jajaja

El debate sobre la seguridad se reavivó, pero la pasión por la fiesta sigue intacta. ...el deber me llama señores... ¡es la guerra!

Se ha hablado mucho de la tragedia, pero pocos mencionan la bravura inigualable de 'Pajarito'.