Foros Toreros

El País se hace eco de un publireportaje antitaurino sin contrastar ninguno de los datos aportados

Dos de cada diez municipios en España organizan en sus calles fiestas de tauromaquia menor, es decir, aquellos que no implican la muerte pública del animal, como los encierros, bous al carrer en la Comunidad Valenciana, o los correbous de Tarragona. La suma del gasto público de los 1.820 ayuntamientos contabilizados (sobre un total de 8.132) para el desarrollo de 17.708 festejos celebrados en 2019 ascendió, al menos, a 42 millones de euros, según la proyección que refleja el estudio elaborado por las organizaciones AnimaNaturalis y CAS Internacional, a partir de datos oficiales recabados en los últimos tres años

Así arranca una información en la que los "datos" están recopilados de forma interesada por unas organizaciones que sobreviven gracias a las subvenciones que perciben. AnimaNaturalis y CAS Internacional saben que cuanto más engorden las cifras de "subvenciones otorgadas" a la tauromaquia más subvenciones pueden exigir ellos mismos.

Si fueran profesionales los de El País exigirían o comprobarían ellos mismos las informaciones que publican; así se convierten en altavoz publicitario de organizaciones muy minoritarias que van contra la cultura, además.

Dos de cada diez municipios son uno de cada cinco municipios. Y uno de cada cinco pueblos son muchos pueblos por toda España que tienen toros en sus fiestas en forma de vaquillas, novillos o toros, pero principalmente tauromaquia popular, y esos son muchos pueblos, muchos españoles.

Datos concretos: Vinaròs rebate el informe de una ONG animalista sobre el coste del ‘bou al carrer’: «No gastamos nada»
La ONG cifra en 37.000 euros el presupuesto municipal para el ‘bou’ y el consistorio lo niega
https://castellonaldia.elmundo.es/comar ... JM16925396

Estas asociaciones no viven del resultado de su trabajo, viven de trincar subvenciones. Con lo cual queda todo dicho.

Estas organizaciones llamadas animalistas carecen de nivel ético para elaborar sus publicaciones. ¿si un animal tiene los mismos derechos que una persona, a qué nivel ponen a las personas? Los hechos y los datos son un juego para estos animalistas, y el país no debería dar publicidad a esos supuestos informes.

No es sorprende por parte de El País, publicar noticias provenientes de fuentes "sospechosas" sin chequear los datos que ofrecen.

Ser moderno no es leer libros, ser moderno es tener perro y sacar al pasear al perro con otros perros para hablar de perros.

En cuestiones antitaurinas y animalistas, El País va a tumba abierta contra los aficionados a los toros y a favor de los animalistas.