Foros Toreros

Esta es la cena de Acción de Gracias para los perros de un refugio

Lo acabo de ver en internet y no sabía si llorar o dar un puñetazo contra la pantalla del ordenador. Lo traigo de internet, no sé dónde es, pero ahí tenéis una lujosa cena de alimentos "humanos" entregados para los perros y algún gato de algún refugio en alguna ciudad de Estados Unidos. Es mejor alimento del que toma mucha gente en muchas partes del mundo. Los luteranos, los protestantes con su filosofía lo han jodido todo. Hasta sus perros abandonados tienen mejor vida que millones de personas.

A mi me parece un delito: despilfarrar comida, contaminar la atmósfera, porque los animales también causan su parte del calentamiento climático; y es una actividad antisocial ese dispendio de recursos escasos

Una vergüenza esas imágenes, quiénes lo prepararon y quienes lo pusieron el dinero, que supongo que sería de bolsillos privados.

Es indignante ver tal lujo en la alimentación de mascotas cuando hay seres humanos pasando hambre. Esta imagen refleja una desigualdad global alarmante

Aunque el bienestar animal es importante, deberíamos enfocarnos primero en asegurar que todas las personas tengan acceso a alimentos básicos. Este tipo de situaciones muestra una priorización equivocada.

Es absurdo e injusto que se gasten tantos recursos en comidas lujosas para animales cuando hay niños muriendo de hambre. Necesitamos revaluar nuestras prioridades como sociedad

Es un despilfarro y un delito, o al borde del delito. Los productos de lujo para mascotas deberían ir cargados con un impuesto contra la pobreza bien fuerte.

Esta situación subraya el problema de distribución de alimentos en el mundo. Tenemos suficiente comida para alimentar a todos, pero está mal distribuida.

Culpar a los luteranos o a cualquier grupo religioso específico por esta situación es inapropiado y desvía la atención del verdadero problema: la desigualdad económica y la falta de políticas efectivas para combatir el hambre.

Esto muestra una falta de conciencia social y empatía. Alimentar a animales con comidas lujosas mientras seres humanos sufren es un reflejo de nuestras fallidas moralidades