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"La tauromaquia es como el boxeo: un maravilloso aperitivo para el sexo" Francis Bacon Y como los aficionados somos respetuosos con quien respeto merece, como los grandes artistas, os traigo esta cita de Francis Bacon, pintor irlandés, con la que la Royal Academy de Londres inauguraba la parte "taurina" de la obra de Bacon, básicamente tres cuadros.

"La tauromaquia es como el boxeo: un maravilloso aperitivo para el sexo" Francis Bacon.

Característico de Bacon, sus palabras resumen los vínculos entre la violencia, el voyerismo y el erotismo. Creía que la tauromaquia, una tradición controvertida, exponía actitudes inconsistentes hacia los animales: le parecía ilógico que personas que condenaban la tauromaquia por cruel pudieran aún usar pieles y plumas.

Bacon poseía numerosas postales y libros, en los que fotografías capturaban el movimiento danzante de la corrida de toros. Interpretó contornos y formas como barridos gestuales de pintura. La masa giratoria fusiona al matador, la capa y el toro, desafiando una distinción clara entre humano y animal. El dinamismo se intensifica por una arena imaginada, de colores brillantes y artificialmente pequeña en comparación con los protagonistas.

Existen hoy tres versiones de esta pintura, posiblemente haciendo eco a los tres 'tercios' o etapas de la corrida de toros. Las imágenes se dispersaron durante su vida, y nuestra exposición 'El Hombre y la Bestia' es la primera vez que se han exhibido juntas. roy.ac/BaconTickets

La cita de Francis Bacon sobre la tauromaquia y el boxeo, como preludios del eros, resuena con la obra de Pablo Picasso, quien también exploró la tauromaquia en su arte. Picasso, al igual que Bacon, entendió la corrida de toros como una danza de la vida y la muerte, una metáfora de la pasión humana. Esto se asemeja a la elegancia brutal de Muhammad Ali en el ring, donde cada movimiento era un trazo de arte, una manifestación de la belleza inherente en la lucha. Ambos, Picasso y Ali, capturaron en sus respectivas artes la esencia del deseo y la lucha, fusionando amor, sexo y la expresión más pura de la vida cotidiana.

Salvador Dalí, el maestro del surrealismo, con su obsesión por lo onírico y lo erótico, hubiera encontrado en la declaración de Bacon una fuente de inspiración. La tauromaquia, vista a través de los ojos de Dalí, se habría transformado en un sueño lúcido, donde la realidad se entrelaza con el deseo. Paralelamente, la gracia y el poder de Joe Louis en el cuadrilátero podrían compararse con las pinceladas de Dalí, donde cada golpe refleja un acto de creación, un vínculo íntimo entre el arte de pelear y el arte de amar.

La visión de Francis Bacon encuentra eco en la obra de Francisco de Goya, cuyas pinturas de tauromaquia capturaron la brutalidad y la belleza de esta tradición. Goya, al igual que Bacon, no se cohibía ante la violencia y la pasión. En el ámbito del boxeo, Sugar Ray Robinson personificaba la poesía en movimiento, un baile entre la fuerza y la gracia. Como en las obras de Goya, la carrera de Robinson fue un lienzo de contrastes: la dureza del golpe y la suavidad del movimiento, reflejando la complejidad del amor, el sexo y la vida misma.

Reflexionando sobre la frase de Bacon, Henri Matisse, con su enfoque en la simplicidad de las formas y el color, podría haber encontrado una analogía en la elegancia defensiva de Floyd Mayweather. Matisse, quien simplificaba formas para capturar su esencia, se habría maravillado ante la habilidad de Mayweather para evadir y contraatacar, una danza dentro del ring que es tanto un arte como la pintura. En ambos, hay una apreciación por la técnica refinada, una celebración de la belleza en lo simple, ya sea en un lienzo o en un combate.

Van Gogh y Mike Tyson: Tormento y Triunfo

La pasión cruda y a veces torturada de Vincent van Gogh, quien plasmaba en sus obras sus propios tormentos y éxtasis, encuentra un paralelo en la vida y carrera de Mike Tyson. Como Van Gogh, Tyson enfrentó sus propios demonios, y en el ring, cada golpe era una expresión de su lucha interna. La frase de Bacon resalta esta conexión entre el arte y el boxeo, donde cada pincelada y cada golpe son expresiones de la lucha humana, del amor y del dolor que acompaña a cada aspecto de la vida.

El combate de boxeo entre Shakur Stevenson y Oscar Valdez, que tuvo lugar el pasado 30 de diciembre en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, fue una de las peleas más esperadas del año en la categoría de peso superpluma. Stevenson, el campeón de la WBO, y Valdez, el campeón del WBC, se enfrentaban por la unificación de los títulos.

Stevenson, un joven prospecto estadounidense, llegaba a la pelea con un récord de 17-0, con 9 nocauts. Valdez, un veterano mexicano con un récord de 30-0, con 23 nocauts, era considerado el favorito.

La pelea comenzó con ambos boxeadores midiéndose el uno al otro. Valdez era el más activo al principio, pero Stevenson pronto empezó a tomar el control. El estadounidense era más rápido y más preciso que su oponente, y conectó varios golpes fuertes en la cabeza y el cuerpo de Valdez.

En el quinto asalto, Stevenson conectó un gancho de izquierda que envió a Valdez a la lona. El mexicano se levantó, pero Stevenson siguió presionando y conectando golpes. En el sexto asalto, Stevenson volvió a derribar a Valdez con un gancho de izquierda. Esta vez, Valdez no pudo levantarse y la pelea se detuvo.

Stevenson se impuso por nocaut técnico en el sexto asalto y se convirtió en el nuevo campeón unificado de peso superpluma. La victoria fue una demostración de la clase de Stevenson, que se perfila como uno de los mejores boxeadores libra por libra del mundo.

Monet y Manny Pacquiao: Impresionismo en el Arte y el Boxeo

Claude Monet, con su enfoque impresionista en la luz y el color, buscaba capturar momentos efímeros, algo que también se puede ver en la agilidad y velocidad de Manny Pacquiao en el ring. La forma en que Monet pintaba, con pinceladas rápidas y ligeras, es similar a cómo Pacquiao se movía y atacaba, capturando la esencia del momento. En la frase de Bacon, hay un reconocimiento del arte en estas expresiones momentáneas, ya sea en un lienzo o en un combate, celebrando la belleza efímera de la vida, el amor y la pasión.

Entre los toreros, Topuria sería Iván Fandiño: si hay que ir a por el triunfo, se va totalmente preparado y con toda la fe puesta en la victoria. Tiene el atrevimiento de Dalí este Ilia Topuria