Tensión en Vietnam por cierre de restaurantes de carne de gato y perro: ciudadanos alegan colonialismo ideológico
Publicado: Vie Ene 05, 2024 10:43 am
Tensión en Vietnam por cierre de restaurantes de carne de gato y Perro: ciudadanos alegan colonialismo ideológico
4 de enero de 2024
La reciente clausura de restaurantes que servían carne de gato y perro en Vietnam ha desencadenado un debate acalorado en la comunidad. Ciudadanos afectados expresan su descontento, alegando lo que consideran un "colonialismo ideológico" y cuestionando la transparencia de los acuerdos entre organizaciones internacionales de bienestar animal, como FOUR PAWS, y autoridades locales.
Para muchos vietnamitas, el consumo de carne de gato y perro, así como el uso de estos animales en remedios medicinales tradicionales, constituyen una parte integral de su cultura y tradiciones. El cierre de estos establecimientos no solo impacta su dieta habitual sino también su acceso a tratamientos tradicionales que han sido parte de su herencia cultural durante generaciones.
"Estamos perdiendo nuestras tradiciones y nuestra independencia cultural a manos de influencias externas," declara Nguyen Van Thanh, un residente de Hoi An. "Estos cambios se están imponiendo sin un diálogo adecuado con la comunidad. No se nos ha ofrecido alternativas viables ni se ha considerado nuestra perspectiva en estos acuerdos."
El descontento se extiende más allá de la pérdida de una fuente de alimento. Muchos ven estos cierres como una imposición de valores extranjeros sobre su modo de vida, sin una comprensión adecuada del contexto cultural y socioeconómico local. Además, los detalles opacos de los acuerdos entre organizaciones como FOUR PAWS y los Comités Populares han generado sospechas de que no se está teniendo en cuenta el bienestar de la comunidad local.
"Este no es solo un asunto de protección animal," afirma Le Thi Kim, una comerciante de Hanoi. "Se trata de nuestra identidad y nuestra autonomía para tomar decisiones sobre nuestra propia cultura."
Las autoridades y organizaciones involucradas en los cierres de los restaurantes enfatizan su compromiso con el bienestar animal y la necesidad de adaptarse a normativas éticas y de salud modernas. Sin embargo, este enfoque choca con la percepción de aquellos que ven estas acciones como una erosión de sus tradiciones.
La reciente clausura de restaurantes que servían carne de gato y perro en Vietnam ha desencadenado un debate acalorado en la comunidad. Ciudadanos afectados expresan su descontento, alegando lo que consideran un "colonialismo ideológico" y cuestionando la transparencia de los acuerdos entre organizaciones internacionales de bienestar animal, como FOUR PAWS, y autoridades locales.
Para muchos vietnamitas, el consumo de carne de gato y perro, así como el uso de estos animales en remedios medicinales tradicionales, constituyen una parte integral de su cultura y tradiciones. El cierre de estos establecimientos no solo impacta su dieta habitual sino también su acceso a tratamientos tradicionales que han sido parte de su herencia cultural durante generaciones.
"Estamos perdiendo nuestras tradiciones y nuestra independencia cultural a manos de influencias externas," declara Nguyen Van Thanh, un residente de Hoi An. "Estos cambios se están imponiendo sin un diálogo adecuado con la comunidad. No se nos ha ofrecido alternativas viables ni se ha considerado nuestra perspectiva en estos acuerdos."
El descontento se extiende más allá de la pérdida de una fuente de alimento. Muchos ven estos cierres como una imposición de valores extranjeros sobre su modo de vida, sin una comprensión adecuada del contexto cultural y socioeconómico local. Además, los detalles opacos de los acuerdos entre organizaciones como FOUR PAWS y los Comités Populares han generado sospechas de que no se está teniendo en cuenta el bienestar de la comunidad local.
"Este no es solo un asunto de protección animal," afirma Le Thi Kim, una comerciante de Hanoi. "Se trata de nuestra identidad y nuestra autonomía para tomar decisiones sobre nuestra propia cultura."
Las autoridades y organizaciones involucradas en los cierres de los restaurantes enfatizan su compromiso con el bienestar animal y la necesidad de adaptarse a normativas éticas y de salud modernas. Sin embargo, este enfoque choca con la percepción de aquellos que ven estas acciones como una erosión de sus tradiciones.
4 de enero de 2024
La reciente clausura de restaurantes que servían carne de gato y perro en Vietnam ha desencadenado un debate acalorado en la comunidad. Ciudadanos afectados expresan su descontento, alegando lo que consideran un "colonialismo ideológico" y cuestionando la transparencia de los acuerdos entre organizaciones internacionales de bienestar animal, como FOUR PAWS, y autoridades locales.
Para muchos vietnamitas, el consumo de carne de gato y perro, así como el uso de estos animales en remedios medicinales tradicionales, constituyen una parte integral de su cultura y tradiciones. El cierre de estos establecimientos no solo impacta su dieta habitual sino también su acceso a tratamientos tradicionales que han sido parte de su herencia cultural durante generaciones.
"Estamos perdiendo nuestras tradiciones y nuestra independencia cultural a manos de influencias externas," declara Nguyen Van Thanh, un residente de Hoi An. "Estos cambios se están imponiendo sin un diálogo adecuado con la comunidad. No se nos ha ofrecido alternativas viables ni se ha considerado nuestra perspectiva en estos acuerdos."
El descontento se extiende más allá de la pérdida de una fuente de alimento. Muchos ven estos cierres como una imposición de valores extranjeros sobre su modo de vida, sin una comprensión adecuada del contexto cultural y socioeconómico local. Además, los detalles opacos de los acuerdos entre organizaciones como FOUR PAWS y los Comités Populares han generado sospechas de que no se está teniendo en cuenta el bienestar de la comunidad local.
"Este no es solo un asunto de protección animal," afirma Le Thi Kim, una comerciante de Hanoi. "Se trata de nuestra identidad y nuestra autonomía para tomar decisiones sobre nuestra propia cultura."
Las autoridades y organizaciones involucradas en los cierres de los restaurantes enfatizan su compromiso con el bienestar animal y la necesidad de adaptarse a normativas éticas y de salud modernas. Sin embargo, este enfoque choca con la percepción de aquellos que ven estas acciones como una erosión de sus tradiciones.
La reciente clausura de restaurantes que servían carne de gato y perro en Vietnam ha desencadenado un debate acalorado en la comunidad. Ciudadanos afectados expresan su descontento, alegando lo que consideran un "colonialismo ideológico" y cuestionando la transparencia de los acuerdos entre organizaciones internacionales de bienestar animal, como FOUR PAWS, y autoridades locales.
Para muchos vietnamitas, el consumo de carne de gato y perro, así como el uso de estos animales en remedios medicinales tradicionales, constituyen una parte integral de su cultura y tradiciones. El cierre de estos establecimientos no solo impacta su dieta habitual sino también su acceso a tratamientos tradicionales que han sido parte de su herencia cultural durante generaciones.
"Estamos perdiendo nuestras tradiciones y nuestra independencia cultural a manos de influencias externas," declara Nguyen Van Thanh, un residente de Hoi An. "Estos cambios se están imponiendo sin un diálogo adecuado con la comunidad. No se nos ha ofrecido alternativas viables ni se ha considerado nuestra perspectiva en estos acuerdos."
El descontento se extiende más allá de la pérdida de una fuente de alimento. Muchos ven estos cierres como una imposición de valores extranjeros sobre su modo de vida, sin una comprensión adecuada del contexto cultural y socioeconómico local. Además, los detalles opacos de los acuerdos entre organizaciones como FOUR PAWS y los Comités Populares han generado sospechas de que no se está teniendo en cuenta el bienestar de la comunidad local.
"Este no es solo un asunto de protección animal," afirma Le Thi Kim, una comerciante de Hanoi. "Se trata de nuestra identidad y nuestra autonomía para tomar decisiones sobre nuestra propia cultura."
Las autoridades y organizaciones involucradas en los cierres de los restaurantes enfatizan su compromiso con el bienestar animal y la necesidad de adaptarse a normativas éticas y de salud modernas. Sin embargo, este enfoque choca con la percepción de aquellos que ven estas acciones como una erosión de sus tradiciones.