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Entrevista a Fernando Robleño: Los ayuntamientos deben apoyar la fiesta de los toros

Fernando Robleño, director de la Escuela Taurina de Madrid José Cubero "YIYO", relata su inicio en el mundo de la tauromaquia, influenciado por su padre, un aficionado a las corridas. Recuerda cómo la espera hasta cumplir 12 años para entrar en la Escuela Taurina de Madrid fue un periodo de ansiosa anticipación. Aclara que, aunque nació en una familia sin antecedentes taurinos, la escuela fue crucial en sus primeros pasos como torero, proporcionándole una oportunidad significativa. Una entrevista de El cierre digital

Robleño enfatiza la relevancia de las escuelas taurinas en la formación de futuros toreros. Según él, la educación taurina es decisiva, y para él personalmente fue esencial, ya que su familia no tenía raíces en el toreo. Destaca que la escuela le proporcionó una dirección correcta, sin la cual podría haber enfrentado grandes desilusiones.

La Escuela Taurina de Madrid, dirigida por Robleño, cuenta con cerca de cien alumnos. Admite a jóvenes desde los 8 hasta los 21 años que sueñen con ser toreros. La formación se ajusta a la edad y el conocimiento de los alumnos. Los valores que se transmiten incluyen sacrificio, entrega, honestidad, valor y el respeto a los mayores. A nivel académico, aunque no hay una consideración formal, Robleño cree que la formación en la escuela tiene una trascendencia humana significativa.

Se requiere educación, respeto y afición para ingresar en la escuela. Los desafíos incluyen vencer el miedo y desarrollar la seguridad en uno mismo. Aunque es difícil predecir quién será una figura del toreo, la experiencia de los instructores ayuda a intuir quiénes pueden llegar a ser toreros exitosos. Robleño defiende la importancia de los ayuntamientos en el apoyo a las tradiciones taurinas, y rechaza la idea de que las escuelas anulen la personalidad de los aspirantes.
Fernando Robleño, director Escuela Taurina José Cubero: "Sabemos quién puede ser torero y hacer grandes cosas"
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Para mí, lo que cuenta Robleño sobre esperar para entrar a la escuela taurina es clave. Es como un ritual de paso, ¿sabes? Te enseña a valorar el arte del toreo incluso antes de empezar. Es esa mezcla de nervios y ganas lo que forja a un buen torero.

Yo creo que la familia juega un papelón en esto del toreo. Como dice Robleño, que su padre le metió en este mundo, eso marca. No es solo heredar la afición, sino ese apoyo que te da confianza para enfrentarte al toro.

Lo que dice Robleño de aprender en la escuela en lugar de ir por libre me parece fundamental. No es lo mismo intentar ser torero a tu aire que tener a alguien que te guíe y te enseñe las reglas del juego desde joven.

Para mí, lo importante es lo que menciona de los valores, como el sacrificio y la honestidad. Eso no se aprende en cualquier parte. En la escuela te forman no solo como torero, sino también como persona. Eso cuenta mucho en la arena.

Me llama la atención lo que dice de la formación integral en la escuela. No es solo torear, es crecer como individuo, aprender a respetar y a valorar lo que significa ser torero. Eso me parece tan importante como aprender a dar una buena verónica.

Es interesante eso de no saber quién destacará. En el toreo, como en la vida, no hay garantías. Pero tener un buen maestro, alguien que vea tu potencial y te ayude a sacarlo, eso puede marcar la diferencia entre ser uno más o una figura del toreo.