Foros Toreros

México es un país que aún no ha encontrado su propio sitio en el mundo. Sí, tenemos nuestras fronteras bien definidas, pero parece que andamos medio a la deriva, sin una dirección clara ni una estrategia definida. Somos como el compadre menor de Estados Unidos, y cuando tratamos de liberarnos de ese sometimiento, terminamos escogiendo caminos que no nos favorecen, como seguir corrientes de izquierda, progresismos o incluso el castrismo, que hasta ahora no han hecho más que complicar nuestra situación. Así, incluso las malas jugadas del vecino del norte terminan pareciendo menores.

El animalismo llegó a México desde Estados Unidos directamente implantado en cabecitas que no piensan ya; insultan no màs. Mucho se preocupaban las damas estadounidenses en las ciudades por los perritos y los gatitos. Mientras, en los territorios "comprados" a México mataban a los aborígenes a tanto por cabeza. Esto es historia. "El mejor indio es el indio muerto". Y mientras las sociedades protectoras de animales también entonces llamaban bárbaros a los mexicanos porque organizaban corridas de toros.

En México el animalismo es muy nuevo, mucho más nuevo que en España.

Hace 176 años se firmó la paz entre Estados Unidos y México. Por la misma, a cambio de 15 millones de dólares, México cedió la mitad de su territorio a Estados Unidos. Poco después de la entrega del territorio, "se descubrió" oro en California. Según las estadísticas, sin contar con el petróleo, la riqueza hallada en oro en esos descubrimientos supera la "quinto del rey" de todo el periodo de México como virreinato de España. El "quinto del rey" es el nombre con el que España definía la parte del oro de México que los españoles de forma legítima trasladaron a España hasta la independencia de México.

¿Creéis que eso es lo mejor que le pudo pasar a California, Nuevo México, Arizona... y los demás estados? La historia nos ha demostrado que desde que la independencia México ha sido un país títere de gobiernos extranjeros y sometido al capricho y corrupción del propio gobierno mexicano.

El New York Times titula triunfalmente casi a toda página que las corridas de toros se enfrentan a un "amenaza mortal" después de 500 años. Aplaude el periódico yanki el triunfo de las tesis animalistas sobre una tradición identitaria mexicana; una de las más profundas, que incluye todo el ocio con animales, tanto las corridas de toros como el jaripeo y los rodeos.

Con AMLO México ha sido un país al servicio de una dictadura, la cubana. Sin el apoyo de México y su presidente López Obrador, los cubanos serían libres.

En México durante 2023 se lidiaron 1764 toros y 534 novillos; entiéndase que, contemplando indultos, murieron peleando menos de 2298 reses bravas en plaza. En ese mismo año, se asesinaron 30523 personas, sí 30.523. Toda la polémica con los toros es una polémica para tapar ese dato macabro que avergonzaría a cualquier dirigente político con responsabilidades.

México durante mucho tiempo tuvo un nivel de desarrollo muy por encima de los Estados Unidos. Y también el tamaño de México, entonces Nueva España, era superior a la extensión de Estados Unidos.

En México y otros países de América, y también en España, el antitaurino de toda la vida que ha sido siempre animalista ha empezado a cambiar.

La tradición animalista en España se retrotrae hasta la época de Isabel la Católica -a la soberana no le gustaban los toros-. En los últimos años, empero, el antitaurino español ha cambiado, y ahora aplaude y se alegran cuando el torero resulta herido, o incluso muerto. Cambio macabro.

Este cambio macabro de alegrarse por la muerte de un semejante viene inducido por el feroz ataque por parte de los animalistas de los Estados Unidos. Estos animalistas llegan a equiparar animales y hombres en derechos o en "sentimientos" y los hispanos (o latinos) que quieren destacarse siguiendo las modas de Estados Unidos lo han llevado un paso más allá el animalismo, y desde hace unos años se alegran por la muerte de los toreros.

Los animalistas, y Hollywood han trasladado desde Estados Unidos la barbarie resumida en esta frase: "el mejor indio es el indio muerto" en esta otra, el mejor torero, es el torero muerto.