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Puigdemont no es tonto: ahora sabe que maneja el frasco de la vaselina

Y se encargará Puigdemont de elaborar los "planes de Sánchez" para que quepan por los más estrechos vericuetos de los españoles; a la vez que elabora los planes, estudia la cantidad de vaselina a aplicar.

No matará ni arruinará al caballo, pero lo dejará cada día, cada semana, cada epígrafe del presupuesto del estado, quedará cada mes más debilitado. Se limitará Puigdemont a gestionar la dosis de vaselina, que entregará a Sánchez, para que la aplique. Ya sabéis a quién.

"Parar a la ultraderecha" le ha funcionado a Sánchez; ahí lo dejo. Esto va para largo. Y se va a hacer muy largo.

Para tener en perspectiva al personaje Pedro Sánchez, tengamos esto en cuenta:

En la pandemia, Sánchez nombró a Ábalos y su subalterno "Koldo" como encargados de la compra de material sanitario. Recuerda que "nacionalizó" la compra de material aunque el Ministerio de Sanidad hacía décadas que no compraba desde el ministerio ni tiritas.

Pedro Sánchez, que no dormiría con Pablo Iglesias en el gobierno, nombró precisamente a Pablo iglesias como responsable del "escudo social" y de las residencias de ancianos de toda España. Pablo Iglesias como mucho llegó a organizar un programa de auto-promoción en televisión.

Nombró a un filósofo, sin capacidad de gestión, como ministro de Sanidad. Y puso a Simón, un mindundi, al frente.

Estos son los que formaron el "comité de expertos". Piensa que conocía a Ábalos como la palma de su mano; este personaje comenzó su escalada con Pedro Sánchez desde el día en que éste fue defenestrado en Ferraz.

Avisado como estaba del peligro de las concentraciones, mantuvo Pedro Sánchez la manifestación del 8 de marzo.

Más de 100.000 personas "cayeron" en España, la cifra más alta proporcionalmente de todos los países, y gracias a la gestión de la pandemia.

España fue el último país en recuperar el nivel económico anterior a la pandemia: esto también es obra de Sánchez.

Y para aquí, y pregunto: ¿con estos antecedentes qué esperamos de un Sánchez atrapado esta vez por la "peste" del nacionalismo en su variante del fanático Puigdemont?

Puigdemont meterá la mano en la caja... y Sánchez explicará a los españoles que para combatir a la derecha y la ultraderecha, hay que dar dinero a la derecha racista catalana, y a la ultraderecha separatista.

Vamos a asistir -si no hay un vuelco, que no podemos descartar- a un chantaje disimulado, pero continuo, de una minoría a un gobierno de Sánchez, débil, y enviado con el poder. Dispuesto a todo el separatista y el socialista también.

La sartén por el mango y el frasco de la vaselina. Las armas de Puigdemont. Y los votantes socialistas, claro.