Miguel Mateo "Miguelín": una leyenda del toreo
Publicado: Mar Mar 19, 2024 11:56 am
Miguel Mateo "Miguelín": una leyenda del toreo
Nacido el 19 de marzo de 1939 en Abarán, Murcia, Miguel Mateo, conocido en el mundo taurino como "Miguelín", se erigió como una de las figuras más destacadas de la tauromaquia española durante la década de 1960. Su fallecimiento, el 21 de julio de 2003 en San Roque, Cádiz, marcó el fin de una era para el toreo, pero dejó tras de sí un legado imperecedero.
Carrera taurina Miguelín tomó la alternativa el 19 de septiembre de 1964 en Las Ventas, Madrid, con Antonio Bienvenida como padrino y Manuel Benítez "El Cordobés" como testigo. Esa tarde se enfrentó a "Estudiante", de la ganadería de Atanasio Fernández, marcando el inicio de una carrera excepcional. Conocido por su toreo elegante y clásico, Miguelín fue apodado "El Príncipe de la Torería" gracias a su dominio del capote y la espada, así como por su naturalidad y temple en el ruedo.
Su habilidad y carisma lo llevaron a salir por la puerta grande de Las Ventas en dos ocasiones, en 1965 y 1966, consolidándose como uno de los toreros más importantes de su tiempo. En 1979, después de una brillante carrera, Miguelín decidió retirarse de los ruedos para dedicarse a la ganadería y a la enseñanza taurina, pasiones que cultivó hasta el final de sus días.
Faceta como actor Además de su carrera en el toreo, Miguelín exploró el mundo de la actuación, participando en dos películas. En "El momento de la verdad" (1965), dirigida por Francesco Rosi, interpretó a un joven torero amigo de Manolete. Posteriormente, en "El relicario" (1970) de Rafael Gil, dio vida a Manuel Lucena, un famoso torero enamorado de una cantante. Aunque su carrera cinematográfica fue breve, estas participaciones le permitieron mostrar su versatilidad y carisma ante las cámaras.
Legado y homenajes El legado de Miguel Mateo "Miguelín" se extiende más allá de los ruedos. En su honor, se han erigido monumentos, se han nombrado escuelas y calles, y se han fundado instituciones que perpetúan su memoria. Entre ellos, destacan un busto en Abarán, su ciudad natal; la Plaza de Toros Miguel Mateo "Miguelín" en la misma ciudad; la Escuela Taurina Miguel Mateo "Miguelín"; y la Peña Taurina Miguelín en Madrid. Además, una placa conmemorativa en Las Ventas y una calle en Abarán llevan su nombre, asegurando que su espíritu y su arte sigan inspirando a futuras generaciones.
Miguel Mateo "Miguelín" falleció a los 64 años tras una larga enfermedad, pero su figura como uno de los toreros más importantes de la década de 1960, su elegancia en el toreo y su contribución al mundo del espectáculo lo convierten en una leyenda eterna de la tauromaquia española.
Nacido el 19 de marzo de 1939 en Abarán, Murcia, Miguel Mateo, conocido en el mundo taurino como "Miguelín", se erigió como una de las figuras más destacadas de la tauromaquia española durante la década de 1960. Su fallecimiento, el 21 de julio de 2003 en San Roque, Cádiz, marcó el fin de una era para el toreo, pero dejó tras de sí un legado imperecedero.
Carrera taurina Miguelín tomó la alternativa el 19 de septiembre de 1964 en Las Ventas, Madrid, con Antonio Bienvenida como padrino y Manuel Benítez "El Cordobés" como testigo. Esa tarde se enfrentó a "Estudiante", de la ganadería de Atanasio Fernández, marcando el inicio de una carrera excepcional. Conocido por su toreo elegante y clásico, Miguelín fue apodado "El Príncipe de la Torería" gracias a su dominio del capote y la espada, así como por su naturalidad y temple en el ruedo.
Su habilidad y carisma lo llevaron a salir por la puerta grande de Las Ventas en dos ocasiones, en 1965 y 1966, consolidándose como uno de los toreros más importantes de su tiempo. En 1979, después de una brillante carrera, Miguelín decidió retirarse de los ruedos para dedicarse a la ganadería y a la enseñanza taurina, pasiones que cultivó hasta el final de sus días.
Faceta como actor Además de su carrera en el toreo, Miguelín exploró el mundo de la actuación, participando en dos películas. En "El momento de la verdad" (1965), dirigida por Francesco Rosi, interpretó a un joven torero amigo de Manolete. Posteriormente, en "El relicario" (1970) de Rafael Gil, dio vida a Manuel Lucena, un famoso torero enamorado de una cantante. Aunque su carrera cinematográfica fue breve, estas participaciones le permitieron mostrar su versatilidad y carisma ante las cámaras.
Legado y homenajes El legado de Miguel Mateo "Miguelín" se extiende más allá de los ruedos. En su honor, se han erigido monumentos, se han nombrado escuelas y calles, y se han fundado instituciones que perpetúan su memoria. Entre ellos, destacan un busto en Abarán, su ciudad natal; la Plaza de Toros Miguel Mateo "Miguelín" en la misma ciudad; la Escuela Taurina Miguel Mateo "Miguelín"; y la Peña Taurina Miguelín en Madrid. Además, una placa conmemorativa en Las Ventas y una calle en Abarán llevan su nombre, asegurando que su espíritu y su arte sigan inspirando a futuras generaciones.
Miguel Mateo "Miguelín" falleció a los 64 años tras una larga enfermedad, pero su figura como uno de los toreros más importantes de la década de 1960, su elegancia en el toreo y su contribución al mundo del espectáculo lo convierten en una leyenda eterna de la tauromaquia española.