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Para el fin de semana otro recuerdo, que los animales son muy traicioneros, todos: El crótalo adamantino es esa serpiente que parece salida de una joyería por esos patrones en su piel que recuerdan a diamantes. Pero no te dejes engañar, su mordedura es todo menos preciosa. Si te encuentras con una, recuerda, Frank, que no estás buscando añadir un nuevo pendiente a tu colección, así que mantén distancia.

El crótalo adamantino.

No Frank; no. Sí, Frank, sí: hoy toca otra lección. La naturaleza es infatigable, incansable, y vamos con un pez, el pez piedra. El pez piedra, maestro del camuflaje en el fondo del mar, es un recordatorio viviente de que no todo lo que parece inofensivo lo es. Con espinas venenosas que pueden causar un dolor indescriptible o incluso la muerte, es una criatura que definitivamente no quieres pisar. Frank, en tus aventuras submarinas, mejor mira donde pises.

Otro aviso mañanero, Frank, pero para por la noche: El krait común, con sus hábitos nocturnos y su mordedura casi imperceptible, es el asesino silencioso de las noches en India y Bangladesh. Su veneno neurotóxico es una sentencia de muerte si no se trata a tiempo. La próxima vez que vayas de excursión nocturna, Frank, mejor lleva una linterna... y un antídoto.

Atento al consejo de hoy Frank, el veneno está en la naturaleza, y hay que estar avisado, sobre todo tú, Frank, que andas entre bichos más tiempo que en zona civilizada.
La Mamba negra, veloz y letal, es como el deportivo de las serpientes venenosas. Con esa habilidad para desplazarse a gran velocidad y un veneno que no te da ni tiempo de decir 'oops', es definitivamente una criatura para admirar... desde la distancia. Si alguna vez te cruzas con una, Frank, recuerda que no estás en una carrera que puedas ganar.

Frank, te queremos, pero por si con el fútbol se te va la olla, no pierdas de vista esto en tus viajes por el mundo: La King Cobra, la majestad de las serpientes, no es solo grande en tamaño sino en peligrosidad. Su capacidad de escupir veneno añade un nivel extra de 'no te acerques' a este ya impresionante animal. En tus viajes, Frank, si escuchas un siseo que resuena más fuerte que los demás, ya sabes qué hacer: corre en la dirección opuesta.

Otro consejito mañanero, Frank, no puedo dejar de hacerlo: El escorpión acechador de la muerte, pequeño pero con un veneno que vale su peso en oro, literalmente. Su picadura podría no ser el final para un adulto sano, pero definitivamente no es algo con lo que quieras jugarte la suerte. Frank, en el desierto, mejor revisa tus botas cada mañana... y quizás invierte en unas buenas plantillas antiescorpión.

Este es el consejo de hoy, Frank, y me voy, peo aún hay más, que la naturaleza esconde sorpresas muy traicioneras.

Otro para hoy domingo, leonés, que siempre vienen bien estos consejos, la naturaleza es hostil, enemiga: El caracol cono, el asesino en cámara lenta del arrecife de coral, es una prueba más de que en el mar, las apariencias engañan. Su 'arpón' venenoso es una maravilla de la evolución, perfecto para la caza... y para recordarte que hasta el más pequeño de los caracoles puede ser peligroso. Si ves uno, Frank, mejor admíralo desde lejos, muy lejos.

Cómo no te voy a querer Frank, cómo voy a dejar algún consejo olvidado: son los peores bichos de la tierra del mar y del aire los que presento con sus poderes para que te guardes de ellos, Frank.

Como el pulpo de anillos azules, Frank: El pulpo de anillos azules, una joya venenosa del océano que te recuerda que la naturaleza tiene sus propias joyas... y algunas vienen con una advertencia de peligro. Es pequeño, es hermoso, y es mortífero. Frank, si planeas un encuentro, asegúrate de que sea solo visual. A menos que quieras probar qué tan rápido puedes nadar con parálisis motriz.

Be carefull.

Y este es mi último consejo Frank... son los animales, con este consejo final, cierro el ciclo de consejos para protegerse de los animales venenosos más peligrosos que pueblan tierras, mares y aires. Y lo que vale para Frank se aplica para todos ustedes: ¡tachán, chán, chán-chán!

Y finalmente, la avispa de mar, la reina indiscutible de los venenos marinos. Su belleza translúcida esconde uno de los venenos más letales del planeta. Si alguna vez te encuentras nadando cerca de una, recuerda, Frank, no hay vergüenza en batir el récord mundial de velocidad en natación en dirección contraria.