Jaime de Armiñán cineasta de éxito y del mito "Juncal" el torero José Álvarez
Publicado: Mié Abr 10, 2024 6:05 pm
Jaime de Armiñán cineasta de éxito y del mito "Juncal" el torero José Álvarez
Ha fallecido Jaime de Armiñán (Madrid, 1927) cineasta con uno de los recorridos más prestigiosos de las últimas décadas en España. Pronto entró en el cine "de toros" como guionista de "Solos los dos". Culminó dirigiendo una serie mítica "Juncal", sobre la vida del torero José Álvarez, en la que de manera magistral describe el planeta toros y la abigarrada variedad de personajes del mundo taurino; en esta serie girando alrededor de un torero, José Álvarez, que fue retirado de los ruedos por un toro.
Jaime de Armiñán era muy aficionado a los toros. Y escribía de su afición en los medios más reconocidos. Así desnudó en el año 2007 en El País el argumento de las películas taurinas de éxito "El argumento de una película de toros resulta muy simple. El protagonista es un torerillo, por lo general huérfano. No es casualidad que lo cuiden unas monjitas muy dispuestas. El joven se escapa del convento y en sus correrías conoce a una muchacha, que será su santa novia: pura, decente y enamorada. Lo peor es que también -cuando ha triunfado- se le cruza una moza de armas tomar; suele ser rubia, rica, hija de un ganadero, preferentemente aristócrata: es la mala. El huérfano tiene un rival: un torero maduro y triunfador de aviesas intenciones. Las monjitas siguen muy preocupadas y no les falta razón. Al final llega el percance y, en circunstancias más dramáticas, la muerte. Así sucede en Currito de la Cruz y El relicario."
¿Sería este el mismo guión para las películas actuales sobre toros? De momento no lo sabemos. Los aficionados a los toros de hoy, decía Jaime de Armiñan, no van a los toros (lo escribía en el año 2007 en aquel mismo artículo).
Jaime de Armiñán era muy crítico con la tauromaquia, en especial con los toros que se caían en la arena nada más salir de chiqueros; de Armiñán recordaba sus lecturas de los toros de hace un siglo, que no se caían. Y culpaba a los taurinos del fin de la fiesta. No a los antitaurinos, fueran Papas o escritores de moda, o antitaurinos de pancarta y soniquete.
Descanse en paz, Jaime de Armiñán, visionario del toreo, autor de una serie inmortal, y aficionado a carta cabal.
Ha fallecido Jaime de Armiñán (Madrid, 1927) cineasta con uno de los recorridos más prestigiosos de las últimas décadas en España. Pronto entró en el cine "de toros" como guionista de "Solos los dos". Culminó dirigiendo una serie mítica "Juncal", sobre la vida del torero José Álvarez, en la que de manera magistral describe el planeta toros y la abigarrada variedad de personajes del mundo taurino; en esta serie girando alrededor de un torero, José Álvarez, que fue retirado de los ruedos por un toro.
Jaime de Armiñán era muy aficionado a los toros. Y escribía de su afición en los medios más reconocidos. Así desnudó en el año 2007 en El País el argumento de las películas taurinas de éxito "El argumento de una película de toros resulta muy simple. El protagonista es un torerillo, por lo general huérfano. No es casualidad que lo cuiden unas monjitas muy dispuestas. El joven se escapa del convento y en sus correrías conoce a una muchacha, que será su santa novia: pura, decente y enamorada. Lo peor es que también -cuando ha triunfado- se le cruza una moza de armas tomar; suele ser rubia, rica, hija de un ganadero, preferentemente aristócrata: es la mala. El huérfano tiene un rival: un torero maduro y triunfador de aviesas intenciones. Las monjitas siguen muy preocupadas y no les falta razón. Al final llega el percance y, en circunstancias más dramáticas, la muerte. Así sucede en Currito de la Cruz y El relicario."
¿Sería este el mismo guión para las películas actuales sobre toros? De momento no lo sabemos. Los aficionados a los toros de hoy, decía Jaime de Armiñan, no van a los toros (lo escribía en el año 2007 en aquel mismo artículo).
Jaime de Armiñán era muy crítico con la tauromaquia, en especial con los toros que se caían en la arena nada más salir de chiqueros; de Armiñán recordaba sus lecturas de los toros de hace un siglo, que no se caían. Y culpaba a los taurinos del fin de la fiesta. No a los antitaurinos, fueran Papas o escritores de moda, o antitaurinos de pancarta y soniquete.
Descanse en paz, Jaime de Armiñán, visionario del toreo, autor de una serie inmortal, y aficionado a carta cabal.