Ramón Espinar y los toros; los aficionados y los sinvergüenzas
Publicado: Jue May 02, 2024 11:01 am
Ramón Espinar y los toros; los aficionados y los sinvergüenzas
Este es un hilo de twitter escrito por un extremista, Ramón Espinar (¿quién es? este es hijo de uno de los gerifaltes de Bankia condenado por el uso de tarjetas black; su primer negocio fue vender un piso especulando).
¿Cuál es la reflexión de esos tuits? Ramón Espinar no ha entendido nada de toros y eso que en su casa se lo han explicado -dice- ¿Es muy listo?
¿Y nosotros?
¿Dejamos nuestros impuestos en manos de políticos que no asumen responsabilidad personal si toman decisiones erróneas? No deberíamos.
RamonEspinar
https://twitter.com/RamonEspinar/status ... 6272225602
He crecido muy cerca de Las Ventas y en una familia en que todo el mundo era taurino. Entiendo la liturgia, pero también he entendido que un espectáculo que consiste en miles de personas jaleando la muerte y el sufrimiento de un animal no es el lugar donde quiero estar.
2:32 p. m. · 1 may. 2024
En mi casa casi siempre se veían los toros en la tele (mis dos abuelos eran muy aficionados), sé cómo son los tercios, qué es un quite, los naturales y las verónicas. Entiendo la fiesta de los toros y no considero que un aficionado sea ningún monstruo.
Pero también entiendo que, con el tiempo, podemos ser reflexivos sobre cómo nos comportamos en sociedad y mejorar. La verdad es que, antropológicamente, reunirnos en una fiesta que implica centrar la atención en cómo muere un animal no es para estar orgullosos.
Ya digo que en mi casa gustaban Curro Romero y Rafael de Paula. Y me han llevado a la plaza y, aunque nunca fui aficionado, me fascinaba el ambiente y la jerga. Ni lo demonizo ni soy partidario de prohibirlo. Simplemente, no quiero ir ni apoyar un espectáculo así.
Tampoco creo que los poderes públicos deban hípersubvencionar el negocio de los toros como hacen. Y desde luego me repele particularmente la gestión madrileña del asunto, regando con millones una afición en desuso para convertirla en un nicho de la derecha más radical.
Pero también entiendo la cantidad de pueblos en España que articulan sus fiestas alrededor de la tauromaquia y asumo que es algo con lo que, al menos en esta generación, hay que convivir. Y nada más. Solo quería poner algo de explicación tras los tuits de ayer. Ojalá sirva.
Este es un hilo de twitter escrito por un extremista, Ramón Espinar (¿quién es? este es hijo de uno de los gerifaltes de Bankia condenado por el uso de tarjetas black; su primer negocio fue vender un piso especulando).
¿Cuál es la reflexión de esos tuits? Ramón Espinar no ha entendido nada de toros y eso que en su casa se lo han explicado -dice- ¿Es muy listo?
¿Y nosotros?
¿Dejamos nuestros impuestos en manos de políticos que no asumen responsabilidad personal si toman decisiones erróneas? No deberíamos.
RamonEspinar
https://twitter.com/RamonEspinar/status ... 6272225602
He crecido muy cerca de Las Ventas y en una familia en que todo el mundo era taurino. Entiendo la liturgia, pero también he entendido que un espectáculo que consiste en miles de personas jaleando la muerte y el sufrimiento de un animal no es el lugar donde quiero estar.
2:32 p. m. · 1 may. 2024
En mi casa casi siempre se veían los toros en la tele (mis dos abuelos eran muy aficionados), sé cómo son los tercios, qué es un quite, los naturales y las verónicas. Entiendo la fiesta de los toros y no considero que un aficionado sea ningún monstruo.
Pero también entiendo que, con el tiempo, podemos ser reflexivos sobre cómo nos comportamos en sociedad y mejorar. La verdad es que, antropológicamente, reunirnos en una fiesta que implica centrar la atención en cómo muere un animal no es para estar orgullosos.
Ya digo que en mi casa gustaban Curro Romero y Rafael de Paula. Y me han llevado a la plaza y, aunque nunca fui aficionado, me fascinaba el ambiente y la jerga. Ni lo demonizo ni soy partidario de prohibirlo. Simplemente, no quiero ir ni apoyar un espectáculo así.
Tampoco creo que los poderes públicos deban hípersubvencionar el negocio de los toros como hacen. Y desde luego me repele particularmente la gestión madrileña del asunto, regando con millones una afición en desuso para convertirla en un nicho de la derecha más radical.
Pero también entiendo la cantidad de pueblos en España que articulan sus fiestas alrededor de la tauromaquia y asumo que es algo con lo que, al menos en esta generación, hay que convivir. Y nada más. Solo quería poner algo de explicación tras los tuits de ayer. Ojalá sirva.