Foros Toreros

Victorino no solo ha criado toros: ha criado emoción. En los 90, cuando muchas ganaderías bajaron la bravura para facilitar el toreo moderno, él se mantuvo firme. Por eso su hierro es una garantía de autenticidad.

Un detalle técnico: sus toros tienen un pitón derecho complicado, pero cuando lo entienden por ese lado, es cuando sale la faena. Eso sí, hay que tener técnica, valor y cabeza fría. Por eso tantos toreros jóvenes no quieren ni verlos.

Lo de Victorino en varas es muy serio. No es un mero trámite. Sus toros suelen ir dos, tres veces al caballo con codicia, y miden al picador como si supieran. Muchos toreros piden que no se les castigue mucho para llegar con gasolina a la muleta.

Para los que vienen de nuevas: Victorino no es solo un apellido. Es una leyenda familiar. Y eso pesa. Él siempre ha defendido que el toro tiene que emocionar. Aunque cueste disgustos, cornadas o broncas.

Me acuerdo de una tarde en Valladolid en que nadie apostaba por la corrida... y acabó saliendo un toro, “Baratero”, que puso la plaza en pie. Esa es la magia de Victorino: te puede fallar en conjunto, pero siempre hay uno que te reconcilia con la Fiesta.

No hay toros tontos en lo de Victorino. Como dice un viejo del tendido 7, son "de los que piensan". A veces se quedan mirando al torero, lo esperan, y no se tiran a lo loco. Hay que tener redaños para ponerse delante.

Yo me aficioné viendo toros de Victorino. Me parecía que había algo más allá de la estética: una lucha auténtica. Hoy en día, muchas ganaderías han clonado el toro cómodo. Victorino sigue fiel al suyo. Por eso tiene personalidad.

Para quien quiera profundizar, hay un documental en RTVE que cuenta la historia de la ganadería, desde sus orígenes humildes hasta convertirse en mito. Sale Victorino padre con esa voz pausada que impone. Muy recomendable.

No todo es gloria. Ha habido tardes malas, toros deslucidos, cornadas feas. Pero el conjunto de la obra es inapelable. Si Victorino fuera un pintor, sería Goya. Oscuro, intenso, incómodo. Pero maestro.

Lo mejor de los Victorinos es que no te dejan indiferente. Aunque no seas taurino, entiendes que ahí hay algo diferente. Unos toros que no se dejan dominar fácil, que obligan al torero a darlo todo. Y si no, lo pagan.