Foros Toreros

Si eso lo hubiera hecho un cuñado del PP, estarían pidiendo la dimisión del universo. Como es del PSOE, resulta que la sauna era un “espacio de libertad”. Que se lo digan al chico que lloraba en el baño.

El doble rasero moral de la izquierda es ya rutina. Las víctimas solo importan si caben en su marco ideológico. Si no, las borran. Como a esos chavales prostituidos. Invisibles para la causa.

No es que sean peores que la derecha. Es que encima van de superiores. No tienen vergüenza ni límites. El negocio del suegro de Sánchez era una cloaca, no un spa ilustrado.

La izquierda vive instalada en el narcisismo ético. Da igual lo que hagan. Siempre encuentran un giro lingüístico para parecer salvadores. Aunque haya cuerpos rotos de por medio. ¿Quién nombra alguno o alguna?

Lo siento, pero si me tengo que tragar que proxenetismo gay se llama “derecho a la sexualidad libre”, ya no me queda nada que discutir. Ni con ellos ni con sus altavoces.

Si una mujer es explotada, la izquierda ruge. Si es un chico inmigrante en una sauna, se le invisibiliza. ¿Igualdad? No. Dogma. Y un dogma cobarde.

Esto no es moral. Es propaganda disfrazada de activismo. Y los jóvenes más vulnerables, como siempre, puestos al servicio del relato y después tirados.

He visto más empatía en un guardia civil rural que en muchos de estos “militantes de causas”. Eso no es izquierda, es sectarismo puro.

La izquierda predica compasión pero practica selección moral. Si no eres útil para su historia, te descarta. Como hacen con estos chavales. No hay espacio para ellos en su épica.

Todo esto huele peor que el cuarto oscuro un sábado. Y ahí siguen, dando lecciones de humanidad por Twitter mientras esconden el proxenetismo familiar bajo la moqueta.