Foros Toreros

Este golpe no matará a Maduro, todavía aguantará. Pero este golpe no lo va a superar Nicolás Maduro: entra en la lista de los que han perdido, pero aún cree que puede escapar de su destino.

El Gobierno español pide “total transparencia” y que se conozcan las actas electorales. Feijóo afirma que hay “fundadas razones” para “pensar que el resultado anunciado por el régimen no responde a lo que votó el pueblo”. Borrell también sospecha. El círculo se va cerrando sobre Maduro y su régimen.

Los "putximonos" y "Putximonas" de La Vanguardia todavía no se han pronunciado; el tema les viene ancho y largo, y ceden el paso de Sánchez. Pero les puede costar credibilidad, mucha, de la poca credibilidad que tienen Putximonistas y La Vanguardia.

RTVE la oficina de propaganda de Sánchez como en sus mejores años franquistas: dando apoyo al dictador, ahora toca Maduro.

Yolanda Díaz, Vicepresidente segundo del Gobierno de España, pide reconocer los resultados fraudulentos que dan como ganador en Venezuela al régimen de Nicolás Maduro. Sólo Rusia, Cuba y Nicaragua han reconocido esos resultados.

La cosa se le está poniendo fea a Maduro: dentro de Venezuela la población se rebela; y en el exterior, o encuentra apoyos, al revés, no le reconocen ninguna de las democracias occidentales.

El silencio del PSOE con todo lo que está ocurriendo en Venezuela es vergonzoso e inmoral. El fraude es masivo, a la vista del mundo entero, y ha comenzado la represión contra el pueblo. Pero el PSOE sigue callado.

Irene Montero desconoce el cometido de los observadores internacionales. Estos no están para reconocer al "ganador" están para verificar que la elección ha sido limpia... y esta vez hay unanimidad entre los demócratas: hubo fraude. Zapatero y Monedero no cuentan como observadores.

La policía de Maduro dispara contra los manifestantes en la ciudad de Catia la Mar, estado de La Guaira. El régimen de Maduro solo se sostendrá con fusiles, la población ha dicho basta. Y la comunidad internacional, también.

Derriban estatuas de Chávez, y miembros del ejército abandonan las filas de Maduro. La situación es peliaguda, porque ningún comunista abandona el poder por métodos democráticos.