Un pueblo de Lérida busca nuevo "hombre cagando" para su pesebre viviente
Publicado: Vie Dic 06, 2024 3:53 pm
Un pueblo de Lérida busca nuevo "hombre cagando" para su pesebre viviente
La localidad de Ardèvol, en la comarca del Solsonès y provincia de Lérida, ha lanzado una curiosa convocatoria: busca un voluntario para interpretar al "caganer", o sea, un hombre cagando, en su tradicional pesebre viviente. Este personaje, uno de los más representativos de la cultura navideña en Cataluña, ha quedado vacante después de que el anterior intérprete se viera obligado a abandonar el papel tras una década de servicio.
El "caganer" es una figura típica de los pesebres catalanes que representa a una persona en actitud de defecar, generalmente escondida detrás de un arbusto o en un rincón discreto. Aunque a primera vista pueda parecer irreverente, su significado es profundamente simbólico: representa la fertilidad, la humildad y el ciclo natural de la vida.
Esta tradición tiene siglos de historia y se remonta al siglo XVIII. Incorporar un caganer en los pesebres se considera un gesto indispensable en Cataluña, ya que simboliza la conexión del hombre con la tierra. Además, su presencia se ha convertido en una expresión de humor y humanidad dentro de la solemnidad del Nacimiento.
En el pesebre viviente de Ardèvol, el caganer no solo es una figura inmóvil, sino un personaje interpretado por un voluntario que permanece en postura característica durante media hora por función. Este año, el evento se celebrará en seis días específicos: 23, 26 y 30 de diciembre, además del 1, 6 y 7 de enero.
Jaume Palou, organizador del evento, admite que encontrar un reemplazo no ha sido tarea fácil. Aunque varias personas se han ofrecido para participar, ninguna está dispuesta a hacerlo en todas las representaciones. "Es un papel complicado, sobre todo por el frío, aunque no es de los peores", comenta entre risas.
La comunidad ha respondido con humor y dedicación a la búsqueda. De no encontrar un caganer definitivo, otros participantes del pesebre han ofrecido asumir este papel, aunque esto implicaría reestructurar el reparto de personajes.
Innovaciones y futuro
Este año, el pesebre viviente de Ardèvol también incluirá novedades en su recorrido, con cambios en los tramos inicial y final debido a la pérdida de un espacio habitual. Asimismo, los organizadores han trabajado en restaurar y renovar algunos cuadros del montaje, garantizando una experiencia fresca para los asistentes.
A pesar de las dificultades, la comunidad sigue decidida a preservar esta tradición, que no solo simboliza la Navidad catalana, sino también la creatividad y la resiliencia de sus habitantes. El próximo caganer será, sin duda, un eslabón más en esta cadena de historias compartidas.
La localidad de Ardèvol, en la comarca del Solsonès y provincia de Lérida, ha lanzado una curiosa convocatoria: busca un voluntario para interpretar al "caganer", o sea, un hombre cagando, en su tradicional pesebre viviente. Este personaje, uno de los más representativos de la cultura navideña en Cataluña, ha quedado vacante después de que el anterior intérprete se viera obligado a abandonar el papel tras una década de servicio.
El "caganer" es una figura típica de los pesebres catalanes que representa a una persona en actitud de defecar, generalmente escondida detrás de un arbusto o en un rincón discreto. Aunque a primera vista pueda parecer irreverente, su significado es profundamente simbólico: representa la fertilidad, la humildad y el ciclo natural de la vida.
Esta tradición tiene siglos de historia y se remonta al siglo XVIII. Incorporar un caganer en los pesebres se considera un gesto indispensable en Cataluña, ya que simboliza la conexión del hombre con la tierra. Además, su presencia se ha convertido en una expresión de humor y humanidad dentro de la solemnidad del Nacimiento.
En el pesebre viviente de Ardèvol, el caganer no solo es una figura inmóvil, sino un personaje interpretado por un voluntario que permanece en postura característica durante media hora por función. Este año, el evento se celebrará en seis días específicos: 23, 26 y 30 de diciembre, además del 1, 6 y 7 de enero.
Jaume Palou, organizador del evento, admite que encontrar un reemplazo no ha sido tarea fácil. Aunque varias personas se han ofrecido para participar, ninguna está dispuesta a hacerlo en todas las representaciones. "Es un papel complicado, sobre todo por el frío, aunque no es de los peores", comenta entre risas.
La comunidad ha respondido con humor y dedicación a la búsqueda. De no encontrar un caganer definitivo, otros participantes del pesebre han ofrecido asumir este papel, aunque esto implicaría reestructurar el reparto de personajes.
Innovaciones y futuro
Este año, el pesebre viviente de Ardèvol también incluirá novedades en su recorrido, con cambios en los tramos inicial y final debido a la pérdida de un espacio habitual. Asimismo, los organizadores han trabajado en restaurar y renovar algunos cuadros del montaje, garantizando una experiencia fresca para los asistentes.
A pesar de las dificultades, la comunidad sigue decidida a preservar esta tradición, que no solo simboliza la Navidad catalana, sino también la creatividad y la resiliencia de sus habitantes. El próximo caganer será, sin duda, un eslabón más en esta cadena de historias compartidas.