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Diego Bardón, un personaje del toreo, de la vida y del arte, volvió ayer al Creador

Diego Bardón, un polifacético y surrealista torero extremeño, falleció a los 83 años en el hospital de Zafra. Nacido en Fuente del Maestre en 1941, Bardón fue un personaje único en el mundo del toreo y más allá. Conocido por su estilo extravagante, toreaba con la melena suelta y fue apodado el "torero pánico" por sus amigos Fernando Arrabal, Alejandro Jodorowsky y Roland Topor, quienes lo incluyeron en el movimiento artístico Pánico.

Además de su carrera taurina, Bardón fue un maratoniano entusiasta, participando en numerosas ediciones de la maratón de Nueva York, donde en una ocasión corrió de espaldas como gesto de agradecimiento. También fue periodista y creador de la "corrida flamenca", un espectáculo que combinaba el toreo con el cante flamenco de figuras como Camarón de la Isla y José Mercé.

Su vida estuvo marcada por la creatividad y la rebeldía, siendo el único torero prohibido por el franquismo por motivos políticos, según cuenta El Periódico de Extremadura. Diego Bardón deja un legado de innovación y arte. ¿Será fuente de inspiración para nuestros días y para el futuro? La pregunta queda abierta.

El abecedario de este pintoresco, irregular y excéntrico Diego Bardón: Atípico, barroco y chocante. Desmedido, exagerado y fantasioso. Grotesco, histriónico e insólito. Jocoso, kitsch y llamativo. Maniático, notorio y ceñudo. Ostentoso, pintoresco y quimérico. Rocambolesco, singular y teatral.Utópico, visionario y wagneriano. Yerto y zarzuelero.

¿Es cierto que Bardón hizo esto? En un acto que dejó a muchos boquiabiertos, Bardón se circuncidó en público durante una performance en el Teatro Palace de París en Nochebuena

Bardón toreando un novillo, llegado el tercio de muerte, cuadró al morlaco, y en lugar de entrar a matar le dio una hoja de lechuga... el público se enfrentó al novillero, pero este continuó como si tal. Ahí dejó su firma aquella tarde: vendrían muchas más.

No sé si fue Bardón o sería otro que tal bailaba: se subió al escenario para interpretar su obra; a mitad de la misma, sacó una jeringuilla y se extrajo una cantidad de sangre... para hacer una morcilla. Y la hizo. Y se la comieron en escena.

Fue un incomprendido, hizosiempre lo que le dio la real gana; pero si yo estoy el día en que en vez de entrar a matar al novillo le ofrece una hoja de lechuga, pues tampoco yo lo habría entendido, y haría puntería para el almohadillazo.

Bardón creó la "corrida flamenca", un espectáculo que combinaba el toreo con el cante flamenco, llevándolo a cabo en un burdel, lo que fue considerado un acto de rebeldía y creatividad sin precedentes.

En un acto que dejó a muchos boquiabiertos, Bardón se circuncidó en público durante una performance en el Teatro Palace de París en Nochebuena... En la plaza Roja de Moscú yo tuve a uno que se clavó los huevos con un clavo y un martillo, él mismo ¡qué artistazo!

He leído por ahí que en una de sus performances más impactantes, Bardón se hirió a sí mismo con un cuerno de toro y luego realizó un rito con su sangre, marcando las caras de sus compañeros del Movimiento Pánico. ¿El público paga por esto?

En una ocasión Bardón fue enviado como periodista a informar de una maratón... y le salió el gusanillo de correr maratones, y lo hizo. Y también corría maratones ¡de espaldas! Un señor muy majareto

Diego Bardón fue un genio incomprendido, un adelantado a su tiempo. ¡Qué locura! Fusionar toreo y flamenco, introducir a Camarón en una plaza de toros… Eso es puro arte, puro genio. ¡Qué manera de romper moldes!