Clamor en todo el mundo contra la dictadura de Maduro en Venezuela
Publicado: Dom Ene 12, 2025 4:17 pm
Clamor en todo el mundo contra la dictadura de Maduro en Venezuela
La crisis humanitaria en Venezuela ha alcanzado niveles insostenibles, con millones de personas huyendo del país en busca de un futuro digno. Sin embargo, la respuesta de los organismos internacionales, como la ONU y la OEA, ha sido alarmantemente tibia. Más allá de discursos genéricos y declaraciones tardías, las acciones concretas para frenar la dictadura de Nicolás Maduro han brillado por su ausencia. El pueblo venezolano, sometido a la represión, la censura y la escasez generalizada, no puede esperar soluciones de quienes, en teoría, deberían velar por la paz y los derechos humanos. La indiferencia de estas organizaciones perpetúa el sufrimiento de una nación asfixiada.
Por otro lado, Estados Unidos y la Unión Europea han adoptado sanciones económicas, pero estas medidas parecen estar más dirigidas a salvar las apariencias que a promover un cambio real. Mientras tanto, los políticos y gobiernos que otrora se alzaron como adalides de la democracia contra dictaduras como las de Franco, Pinochet o Videla, permanecen en un silencio cómplice frente a la tragedia venezolana. ¿Dónde están las voces que defendieron los derechos humanos en otras épocas? Este doble estándar deja en claro que el compromiso con la justicia parece estar condicionado por intereses políticos y económicos.
El colapso de Venezuela no solo revela la brutalidad de un régimen que se aferra al poder a cualquier costo, sino también la hipocresía de quienes dicen defender la libertad, pero callan ante el sufrimiento de todo un pueblo. En lugar de alzar la voz y actuar, muchos partidos políticos, organizaciones y líderes han optado por la inacción. Su silencio es una traición no solo a los venezolanos, sino a los principios que ellos mismos enarbolaron en otras luchas. La historia no olvidará la indiferencia de quienes, pudiendo hacer algo, eligieron mirar hacia otro lado.
La crisis humanitaria en Venezuela ha alcanzado niveles insostenibles, con millones de personas huyendo del país en busca de un futuro digno. Sin embargo, la respuesta de los organismos internacionales, como la ONU y la OEA, ha sido alarmantemente tibia. Más allá de discursos genéricos y declaraciones tardías, las acciones concretas para frenar la dictadura de Nicolás Maduro han brillado por su ausencia. El pueblo venezolano, sometido a la represión, la censura y la escasez generalizada, no puede esperar soluciones de quienes, en teoría, deberían velar por la paz y los derechos humanos. La indiferencia de estas organizaciones perpetúa el sufrimiento de una nación asfixiada.
Por otro lado, Estados Unidos y la Unión Europea han adoptado sanciones económicas, pero estas medidas parecen estar más dirigidas a salvar las apariencias que a promover un cambio real. Mientras tanto, los políticos y gobiernos que otrora se alzaron como adalides de la democracia contra dictaduras como las de Franco, Pinochet o Videla, permanecen en un silencio cómplice frente a la tragedia venezolana. ¿Dónde están las voces que defendieron los derechos humanos en otras épocas? Este doble estándar deja en claro que el compromiso con la justicia parece estar condicionado por intereses políticos y económicos.
El colapso de Venezuela no solo revela la brutalidad de un régimen que se aferra al poder a cualquier costo, sino también la hipocresía de quienes dicen defender la libertad, pero callan ante el sufrimiento de todo un pueblo. En lugar de alzar la voz y actuar, muchos partidos políticos, organizaciones y líderes han optado por la inacción. Su silencio es una traición no solo a los venezolanos, sino a los principios que ellos mismos enarbolaron en otras luchas. La historia no olvidará la indiferencia de quienes, pudiendo hacer algo, eligieron mirar hacia otro lado.