Ayuso, la paradoja del reglamento y el toreo cómico en Madrid
Publicado: Mar Jul 15, 2025 11:07 am
Ayuso, la paradoja del reglamento y el toreo cómico en Madrid
En 2022, un espectáculo de toreo cómico previsto en Las Ventas fue suspendido por falta de público. El problema no fue ideológico, sino práctico: mala fecha, nula promoción y cero apoyo. Madrid no lo prohibió, pero tampoco lo quiso.
Tres años después, el nuevo Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares, aprobado por el gobierno de Ayuso, no menciona el toreo cómico en su catálogo. Pero en su título V sí autoriza la celebración de festejos tradicionales de otras comunidades autónomas, lo que abre la puerta a que una charlotada se celebre legalmente en Madrid… si ha sido previamente aprobada en otro lugar.
Es decir, el reglamento no reconoce el toreo cómico propio, pero permite importar el ajeno. La omisión se convierte en paradoja: lo que aquí se ignora, se acepta si viene con denominación de origen externa.
Esta forma de tauromaquia —humorística, accesible, inclusiva— ha sido históricamente una vía de entrada para muchos públicos, y un espacio donde toreros con hándicaps físicos encontraron escenario. Ignorarla es ignorar una parte viva, frágil y popular del arte del toreo.
Por eso, las autoridades no deberían limitarse a permitir. Deberían impulsar activamente esas formas de tauromaquia que desarrollan quienes más lo difícil lo tienen. No como condescendencia, sino como acto de cultura y justicia.
En 2022, un espectáculo de toreo cómico previsto en Las Ventas fue suspendido por falta de público. El problema no fue ideológico, sino práctico: mala fecha, nula promoción y cero apoyo. Madrid no lo prohibió, pero tampoco lo quiso.
Tres años después, el nuevo Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares, aprobado por el gobierno de Ayuso, no menciona el toreo cómico en su catálogo. Pero en su título V sí autoriza la celebración de festejos tradicionales de otras comunidades autónomas, lo que abre la puerta a que una charlotada se celebre legalmente en Madrid… si ha sido previamente aprobada en otro lugar.
Es decir, el reglamento no reconoce el toreo cómico propio, pero permite importar el ajeno. La omisión se convierte en paradoja: lo que aquí se ignora, se acepta si viene con denominación de origen externa.
Esta forma de tauromaquia —humorística, accesible, inclusiva— ha sido históricamente una vía de entrada para muchos públicos, y un espacio donde toreros con hándicaps físicos encontraron escenario. Ignorarla es ignorar una parte viva, frágil y popular del arte del toreo.
Por eso, las autoridades no deberían limitarse a permitir. Deberían impulsar activamente esas formas de tauromaquia que desarrollan quienes más lo difícil lo tienen. No como condescendencia, sino como acto de cultura y justicia.