Foros Toreros

Quince años sin toros en Cataluña: memoria herida, llama encendida

La tarde del 28 de julio de 2010 se clausuró una parte del alma catalana. El Parlament prohibió las corridas y dio paso a una anomalía histórica: silenciar una tradición que había convivido con todas las Cataluñas posibles, desde el siglo XIV hasta José Tomás.

Quince años después, nadie ha devuelto la llave de La Monumental. Ni el empresario, ni los políticos, ni muchos de los que callaron cuando se necesitaba hacer ruido. Pero la memoria no se archiva: se transmite, se defiende, se grita.

Y hay quienes aún creen en volver a abrir ese portón cerrado con miedo y cálculo. Aficionados, catalanes, quijotes de ahora, recuerdan y resisten. Toca a resistir, y sublevarse.

Es que hay algún pueblo en Cataluña que quiere dar toros: hay que ponerse las pilas.

Prohibieron los toros, pero no las raíces. A ver si también van a prohibir tener memoria.

Hay mucha gente, mucha, que todavía conserva recuerdos de las plazas de toros de Barcelona: entradas, posters, recortes de periódicos: son enlaces directos con sus familiares y amigos. Porque los toros son un evento social.

Barcelona fue más taurina que Madrid en los años 20. Pero eso no lo ponen en los telediarios.

A los toros los vetó el Parlament, sí... pero la indiferencia fue cosa del sector.

Prohibir los toros en Cataluña es como prohibir la sardana por “anticuada”. Es tan ridículo como real.

¡Vamos a ver! ¡En esta tierra toreó Chamaco y se llenaban tres plazas! ¿Dónde están ahora los valientes?

Cuando un chaval como Hugo Casado quiere ser torero en Cataluña… eso vale más que cien mociones.

Lo triste es que la prohibición vino desde dentro. Desde la comodidad, no desde el odio.