"Antifa", otra marca blanca del comunismo violento
Publicado: Sab Sep 20, 2025 7:38 am
"Antifa", otra marca blanca del comunismo violento
El expresidente Donald Trump anunció en 2020 su intención de designar a Antifa como organización terrorista, después de las violentas protestas y disturbios que sacudieron varias ciudades de Estados Unidos tras la muerte de George Floyd. Aunque el Departamento de Justicia no formalizó la declaración de grupo terrorista, la etiqueta reflejó una postura política clara: identificar a este movimiento de acción directa con una amenaza para el orden público y la seguridad nacional.
La designación de grupos como terroristas no se limita a los ya célebres movimientos yihadistas. En la lista del gobierno estadounidense y de otras agencias internacionales también figuran colectivos menos conocidos pero igualmente violentos, como el Tren de Aragua nacido en Venezuela, las Águilas Negras en Colombia o la Organización Armada Fracción del Ejército Rojo en Alemania. Estos ejemplos muestran que no se trata solo de grandes redes globales, sino también de estructuras criminales y políticas de alcance regional que recurren al terror como método.
Antifa, sin embargo, no es una organización tradicional con jerarquías, sedes o líderes visibles. Se trata de un movimiento difuso de origen europeo, de inspiración anarquista y comunista, que opera en células locales y se caracteriza por la violencia callejera, el uso del antifaz negro y la confrontación directa con la policía o grupos rivales. Bajo la apariencia de “antifascismo”, sus acciones han derivado en destrucción de propiedad privada, agresiones y enfrentamientos que lo acercan más a la violencia organizada que a la protesta política pacífica.
El expresidente Donald Trump anunció en 2020 su intención de designar a Antifa como organización terrorista, después de las violentas protestas y disturbios que sacudieron varias ciudades de Estados Unidos tras la muerte de George Floyd. Aunque el Departamento de Justicia no formalizó la declaración de grupo terrorista, la etiqueta reflejó una postura política clara: identificar a este movimiento de acción directa con una amenaza para el orden público y la seguridad nacional.
La designación de grupos como terroristas no se limita a los ya célebres movimientos yihadistas. En la lista del gobierno estadounidense y de otras agencias internacionales también figuran colectivos menos conocidos pero igualmente violentos, como el Tren de Aragua nacido en Venezuela, las Águilas Negras en Colombia o la Organización Armada Fracción del Ejército Rojo en Alemania. Estos ejemplos muestran que no se trata solo de grandes redes globales, sino también de estructuras criminales y políticas de alcance regional que recurren al terror como método.
Antifa, sin embargo, no es una organización tradicional con jerarquías, sedes o líderes visibles. Se trata de un movimiento difuso de origen europeo, de inspiración anarquista y comunista, que opera en células locales y se caracteriza por la violencia callejera, el uso del antifaz negro y la confrontación directa con la policía o grupos rivales. Bajo la apariencia de “antifascismo”, sus acciones han derivado en destrucción de propiedad privada, agresiones y enfrentamientos que lo acercan más a la violencia organizada que a la protesta política pacífica.