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7 datos que demuestran que la tauromaquia interesa a los menores de 30 años

La Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales 2024-2025, elaborada por la Ministerio de Cultura y Deporte de España, muestra que la franja de 15 a 29 años mantiene niveles de asistencia y consumo taurino superiores a la media nacional.

1. Asistencia a espectáculos taurinos (último año)

15–19 años: 13,6 %
20–24 años: 11,6 %
25–34 años: 8,3 %
Media nacional: 8 %
Los jóvenes están por encima de la media general de asistencia.

2. Tipo de entrada utilizada

15–19 años: 47,6 % paga entrada
20–24 años: 39,7 % paga entrada
25–34 años: 52,3 % paga entrada
No son solo acompañantes: pagan y participan activamente en el espectáculo.

3. Canal de compra

Internet: 50,7 % (15–19) / 39,6 % (20–24) / 35,1 % (25–34)
Taquilla: 39,4 % / 42,5 % / 51,9 %
La juventud prefiere canales digitales frente a la compra tradicional

4. Consumo audiovisual taurino

15–19 años: 18,1 %
20–24 años: 13,0 %
25–34 años: 8,4 %
Son el núcleo digital de la afición.

5. Interés declarado por la tauromaquia

15–19 años: 18 %
20–24 años: 13 %
25–34 años: 10 %
Media nacional: 10 %
El interés juvenil dobla la media en algunos tramos.

6. Participación real frente a gratuidad

15–19 años: 34,3 % accede gratis / 47,6 % paga
20–24 años: 23,3 % gratis / 39,7 % paga
25–34 años: 27,8 % gratis / 52,3 % paga
La mayoría asiste pagando su entrada.

7. Peso estratégico para el futuro

Más asistencia que la media nacional
Alta adopción de canales digitales
Mayor interés declarado
Mayor consumo audiovisual
Los menores de 30 años sostienen una parte esencial del presente y futuro de la afición taurina.

1º Los jóvenes están por encima de la media general de asistencia.
Comentario:
El primer indicador es, por sí solo, muy revelador. En un país donde el 8 % de la población acudió a un festejo taurino en el último año, la presencia juvenil supera esa media con holgura. El grupo de 15 a 19 años, con un 13,6 %, destaca como el más activo de todos los tramos de edad, lo que desmonta la idea de una juventud desinteresada. Este dato no solo habla de asistencia puntual: indica una participación estructural en la base del público taurino.

2º No son solo acompañantes: pagan y participan activamente en el espectáculo.
Comentario:
El segundo dato refuerza la idea de compromiso real. Pagar una entrada implica valorar la experiencia y asumirla como una actividad cultural relevante. Casi la mitad de los jóvenes taurinos de 15 a 19 años no dependen de invitaciones ni gratuidades: invierten su propio dinero en acudir a los toros. Esa implicación económica marca la diferencia entre ser espectador ocasional y formar parte de una afición viva.

3º La juventud prefiere canales digitales frente a la compra tradicional.
Comentario:
El acceso digital a las entradas es una señal clara de adaptación generacional. Mientras otros grupos mantienen hábitos presenciales, los jóvenes priorizan plataformas online. Este comportamiento no solo facilita su acceso a las plazas, sino que también abre una vía directa para campañas, promociones y estrategias digitales orientadas a fidelizar este segmento.

4º Son el núcleo digital de la afición.
Comentario:
El seguimiento de la tauromaquia no se limita a la plaza. Casi uno de cada cinco jóvenes de 15 a 19 años consume contenidos taurinos a través de televisión o Internet. Esto significa que la relación con la fiesta se extiende más allá de los festejos presenciales y se integra en sus rutinas digitales, compitiendo en el mismo espacio que otras formas de ocio juvenil.

5º El interés juvenil dobla la media en algunos tramos.
Comentario:
La diferencia entre asistencia e interés declarado es clave para proyectar el futuro. Un 18 % de adolescentes manifiestan interés medio o alto, el doble de la media nacional. Aunque no todos asisten cada año, esta reserva de interés latente constituye un terreno fértil para la afición. Donde hay interés, puede haber continuidad.

6º La mayoría asiste pagando su entrada.
Comentario:
Este punto complementa el segundo con más precisión. La gratuidad tiene peso, pero no es predominante. La mayoría de jóvenes taurinos opta por pagar, incluso en franjas donde otras actividades culturales suelen depender de descuentos o invitaciones. Esto refuerza la idea de que el vínculo con la tauromaquia es activo, no pasivo.

7º Los menores de 30 años sostienen una parte esencial del presente y futuro de la afición taurina.
Comentario:
El conjunto de indicadores configura un escenario sólido: la juventud no está desconectada de la tauromaquia, sino que participa en ella de formas diversas y adaptadas a su tiempo. Pagan entradas, la siguen en Internet, declaran interés y acuden más que otros grupos. Estos elementos no son anecdóticos: son estratégicos para garantizar la continuidad cultural de la tauromaquia en España.

7 datos que la juventud taurina mejora en 2025 con respecto a 2002

1. Asistencia a espectáculos taurinos (último año)
2002-2003: 9,3 % (15–19 años)
2024-2025: 13,6 % (15–19 años)
20–24 años: 9,9 % → 11,6 %
25–34 años: 7,9 % → 8,3 %
La asistencia juvenil a los festejos taurinos ha crecido claramente en dos décadas.

2. Entrada pagada frente a entrada gratuita
2002-2003: Predominio de entradas gratuitas.
2024-2025: Más del 40 % de los jóvenes pagan su entrada.
El público joven de hoy participa activamente en la economía del espectáculo.

3. Canal de compra de entradas
2002-2003: Sin venta digital.
2024-2025: 35 % a 50 % de los jóvenes compran online.
La generación digital taurina ya es una realidad.

4. Consumo audiovisual taurino
2002-2003: Sin registro digital.
2024-2025:
15–19 años → 18,1 %
20–24 años → 13,0 %
25–34 años → 8,4 %
La tauromaquia ha entrado en las pantallas juveniles.

5. Interés declarado
2002-2003: 8,2 % de media nacional.
2024-2025: 10 % de media nacional.
15–19 años → 18 %
20–24 años → 13 %
La juventud declara más interés por los toros que hace 20 años.

6. Participación frente a gratuidad
2002-2003: Mayoría de acceso gratuito en jóvenes.
2024-2025: Más del 40 % paga su entrada.
El público juvenil es más autónomo y activo.

7. Peso estratégico para el futuro
Más asistencia que la media nacional.
Alta adopción de canales digitales.
Mayor interés declarado.
Mayor consumo audiovisual.
Los menores de 30 años sostienen una parte esencial del presente y futuro de la afición taurina.

1º La asistencia juvenil a los festejos taurinos ha crecido claramente en dos décadas.
Comentario:
El dato es contundente: en todos los tramos de edad jóvenes, la asistencia supera las cifras registradas hace dos décadas. El salto más destacado se produce entre los 15 y 19 años, que pasa del 9,3 % al 13,6 %. Esta diferencia indica no solo resistencia cultural sino renovación generacional dentro del público taurino.

2º El público joven de hoy participa activamente en la economía del espectáculo.
Comentario:
La diferencia con respecto a 2002 es estructural. Lo que antes era asistencia mayoritariamente gratuita, hoy se ha transformado en compra real de localidades. Esto revela una afición más comprometida, que valora el festejo como experiencia cultural por la que merece pagar, igual que ocurre con conciertos, teatro o cine.

3º La generación digital taurina ya es una realidad.
Comentario:
La irrupción de Internet cambió el mapa de acceso a la tauromaquia. Hoy, la compra online es un hábito consolidado entre jóvenes de 15 a 29 años. Este comportamiento no solo refleja comodidad: facilita campañas segmentadas y nuevas estrategias para conectar con este público de forma directa.

4º La tauromaquia ha entrado en las pantallas juveniles.
Comentario:
En 2002 no existían plataformas de streaming ni redes sociales con presencia taurina. Hoy, casi uno de cada cinco jóvenes sigue los toros por Internet o televisión. Esta presencia audiovisual constante mantiene viva la relación con la fiesta entre festejo y festejo, consolidando un público que ya no depende exclusivamente de la asistencia física.

5º La juventud declara más interés por los toros que hace 20 años.
Comentario:
El interés declarado es clave: mide no solo lo que se hace, sino lo que potencialmente puede crecer. La franja de 15–19 años dobla la media nacional de 2002, un indicador fuerte de que la afición juvenil no es residual ni anecdótica. Donde hay interés, hay posibilidad de afición consolidada.

6º El público juvenil es más autónomo y activo.
Comentario:
La asistencia gratuita era una de las claves en 2002. Hoy, sin desaparecer, ha perdido peso frente a la participación de pago. Esto supone un cambio cualitativo: los jóvenes no solo asisten, apuestan económicamente por la tauromaquia, fortaleciendo la base económica de los festejos.

7º Los menores de 30 años sostienen una parte esencial del presente y futuro de la afición taurina.
Comentario:
El conjunto de indicadores no es casual ni puntual. Dos décadas después, la juventud taurina asiste más, paga más, compra online, consume más contenidos y declara más interés que en 2002. Es una base sólida para pensar la continuidad de la tauromaquia desde una perspectiva generacional, cultural y económica.

Contexto: una afición que crece bajo presión
En el año 2000, la presión de los movimientos animalistas era sensiblemente menor y carecía de la influencia institucional que alcanzaría dos décadas después. Entre 2017 y 2025, las organizaciones animalistas han contado con un amplio apoyo oficial de gobiernos de izquierda, multiplicando su presencia en medios, subvenciones y campañas públicas. Al mismo tiempo, la política cultural del Estado se ha caracterizado por un acoso sistemático a la tauromaquia, mediante trabas burocráticas, desfinanciación selectiva y un relato hostil desde instancias públicas.
Que la juventud taurina mejore sus cifras en este escenario no es un simple dato estadístico: es un signo de resiliencia cultural.

Los datos de asistencia juvenil no sorprenden a quien pisa una plaza. Sorprenden solo a quienes viven de repetir mantras.

La tele y el streaming no nos asustaron: llegamos antes que muchos culturetas.

La generación digital taurina ya existe y algunos aún creen que todo es cosa de viejos. Error de cálculo monumental.

Si los chavales pagan, es que quieren estar ahí. Eso vale más que cualquier encuesta.

Lo de Internet es clave. Ahí se está construyendo parte del futuro taurino, aunque a algunos les moleste.

Cuando un chaval saca dinero de su bolsillo para ir a los toros, ya no es un espectador pasivo: es afición de verdad, sólida y con raíces.

Los números de 15 a 19 años rompen el discurso oficial. No es minoría rancia, es juventud activa.