Plaza de toros de Morante EN La Puebla: ¡que se levante ya!
Publicado: Mar Oct 28, 2025 10:07 am
Plaza de toros de Morante EN La Puebla: ¡que se levante ya!
Morante de la Puebla no es solo un torero de época: es un símbolo vivo de la elegancia, el arte y la inspiración andaluza en los ruedos de España y América. Su nombre está inscrito en la historia grande de la tauromaquia moderna, al lado de figuras que marcaron estilos. Y sin embargo, su pueblo natal carece de una plaza de toros fija. Es una paradoja difícil de justificar. La Puebla del Río ha dado a la tauromaquia uno de sus mayores tesoros contemporáneos y, en justicia, esa grandeza merece un coso digno de su torero más universal.
2. Comparaciones inevitables
Mientras municipios vecinos de población similar —como Cantillana, Cazalla de la Sierra, Bollullos de la Mitación, Alcalá del Río o Guillena— levantaron hace décadas cosos de piedra y graderíos fijos, en La Puebla se sigue improvisando cada feria con una estructura portátil. Esto no es un detalle menor: habla de la falta de visión y de la ausencia de un proyecto taurino y cultural a la altura de su patrimonio humano y simbólico.
Morante de La Puebla presenta el cartel taurino junto a Pedro Jorge Marques 3. Un proyecto de identidad
La plaza no es solo un lugar para celebrar festejos taurinos: es un centro de reunión, memoria y pertenencia. Levantar una plaza fija sería, en La Puebla, construir un espacio donde las nuevas generaciones puedan reconocerse y donde el nombre de Morante quede grabado en piedra. No se trata de nostalgia ni de romanticismo, sino de infraestructura cultural y de respeto por una tradición viva.
4. Momento de actuar
La iniciativa podría ser municipal, privada o mixta, pero lo que no puede ser es que siga en espera. Con una población superior a 12.000 habitantes y un reclamo turístico ligado a la figura de Morante, La Puebla tiene argumentos sólidos para dotarse de una plaza estable que se convierta en referente comarcal. No es cuestión de lujo, sino de justicia y de visión estratégica.
5. Voz de la afición
La afición en La Puebla del Río estoy seguro de que lo ve con claridad y se volcaría al ciento por ciento en el proyecto: cuando un pueblo tiene un torero histórico, debe reconocerlo en vida. El tiempo no espera. Y cada feria que pasa con gradas desmontables es una feria que La Puebla podría estar viviendo como capital taurina, y no como invitada en su propia casa.
Morante de la Puebla no es solo un torero de época: es un símbolo vivo de la elegancia, el arte y la inspiración andaluza en los ruedos de España y América. Su nombre está inscrito en la historia grande de la tauromaquia moderna, al lado de figuras que marcaron estilos. Y sin embargo, su pueblo natal carece de una plaza de toros fija. Es una paradoja difícil de justificar. La Puebla del Río ha dado a la tauromaquia uno de sus mayores tesoros contemporáneos y, en justicia, esa grandeza merece un coso digno de su torero más universal.
2. Comparaciones inevitables
Mientras municipios vecinos de población similar —como Cantillana, Cazalla de la Sierra, Bollullos de la Mitación, Alcalá del Río o Guillena— levantaron hace décadas cosos de piedra y graderíos fijos, en La Puebla se sigue improvisando cada feria con una estructura portátil. Esto no es un detalle menor: habla de la falta de visión y de la ausencia de un proyecto taurino y cultural a la altura de su patrimonio humano y simbólico.
Morante de La Puebla presenta el cartel taurino junto a Pedro Jorge Marques 3. Un proyecto de identidad
La plaza no es solo un lugar para celebrar festejos taurinos: es un centro de reunión, memoria y pertenencia. Levantar una plaza fija sería, en La Puebla, construir un espacio donde las nuevas generaciones puedan reconocerse y donde el nombre de Morante quede grabado en piedra. No se trata de nostalgia ni de romanticismo, sino de infraestructura cultural y de respeto por una tradición viva.
4. Momento de actuar
La iniciativa podría ser municipal, privada o mixta, pero lo que no puede ser es que siga en espera. Con una población superior a 12.000 habitantes y un reclamo turístico ligado a la figura de Morante, La Puebla tiene argumentos sólidos para dotarse de una plaza estable que se convierta en referente comarcal. No es cuestión de lujo, sino de justicia y de visión estratégica.
5. Voz de la afición
La afición en La Puebla del Río estoy seguro de que lo ve con claridad y se volcaría al ciento por ciento en el proyecto: cuando un pueblo tiene un torero histórico, debe reconocerlo en vida. El tiempo no espera. Y cada feria que pasa con gradas desmontables es una feria que La Puebla podría estar viviendo como capital taurina, y no como invitada en su propia casa.