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Un huracán de fuerza 5 la más alta categoría para este tipo de fenómenos ha arrasado la turística ciudad de Acapulco, de unos 800.000 habitantes. Las imágenes son dantescas, y a esta hora, la población carece agua y acceso a alimentos básicos. No recibieron ninguna advertencia sobre la llegada del huracán.

El Huracán Otis no se podía evitar, pero si se podía aminorar su capacidad destructiva en Acapulco. Estados Unidos advirtió 21 horas antes sobre el potencial de “Otis” para convertirse rápidamente en huracán categoría 5. El gobierno de México permaneció callado.

El huracán Otis desde el interior de un hospital en Acapulco:

Saqueo y pillaje en Acapulco después del huracán. El pueblo se sabe robado impunemente por el gobierno, y el pueblo roba cuando presiente que sus actos quedarán impunes.

Si el pueblo ve que los políticos roban, el pueblo se dedica al pillaje... acompañado de la policía: México tiene un grave problema de civismo. Ningún país corrupto prospera, ninguno.

México levantará Acapulco; el capital llegará del ahorro de los mexicanos o de su capacidad para obtener préstamos. Cuba lleva 60 años en la miseria y el comunismo no sacará a ningún cubano de la miseria.

Acapulco resurgirá. La Habana seguirá así hasta el fin del comunismo.

Acapulco se recuperará, La Habana o Caracas, no. Y Cuba lleva en la miseria más de 60 años.

Acapulco arrasado por el huracán puede ser el final de este gobierno; o el final de México como lo conocemos. Hay que levantar ciudades y pueblos de la nada, todo ha quedado arrasado.

La destrucción en la zona de Acapulco es completa; numeroso ejidos de los alrededores han quedado arrasados, sin electricidad, ni agua, se calculan unos 3.000 fallecidos.