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Cuatro plazas de toros en Brasil: Bahía, Campinhas, Pará y Río de Janeiro

En una guía de toros hacia el año 1900 refieren la existencia de cuatro plazas de toros activas en Brasil. La de mayor aforo estaba en Río de Janeiro, con 7.500 personas para una ciudad entonces de 350.000 habitantes; la segunda plaza por cabida estaba en Bahía, con 4.500 localidades para 32.000 almas. Campiñas era la tercera por capacidad, con 4.500 asientos para 15.000 residentes. La cuarta plaza mencionada en la guía taurina estaba ubicada en la ciudad de Pará con 3.100 asientos para una población de 30.000 personas.

¿Dónde quedaron aquellas plazas y su pequeña-gran historia?

Una lástima que las cuatro hayan desaparecido. La afición siempre está ahí.

Una pena profunda que se hayan perdido las plazas de toros de Brasil. Una gran tristeza.

Aunque se hayan perdido las plazas de toros, Brasil es territorio taurino; Brasil es un país de grandes ferias agrícolas que mueven a cientos de miles de personas, millones incluso. Brasil es un país muy agrario, no todo son playas, futbolistas y carnavales.

Forma parte de la riqueza cultural de España, como el español o las formas de expresión en todos sus ritos y costumbres de la religión católica.

Corridas de toros y tradiciones culturales en el estado de Bahía

El estado de Bahía, en Brasil, ha sido históricamente un lugar de convergencia de tradiciones culturales que abarcan desde influencias europeas hasta manifestaciones únicas de la diversidad local. A lo largo de su historia, actividades relacionadas con animales han formado parte del ocio y la expresión cultural de sus habitantes, aunque muchas de ellas han cambiado con el tiempo debido a factores sociales, legales y culturales. Entre estas actividades, las corridas de toros tuvieron un breve pero significativo paso en la región, especialmente en la ciudad de Feira de Santana.

Las corridas de toros en Feira de Santana
Entre 1893 y 1905, las corridas de toros fueron un evento destacado en Feira de Santana, considerada la segunda ciudad más grande del estado de Bahía. Durante este periodo, se organizaron espectáculos taurinos que atrajeron a toreros profesionales, en su mayoría de origen español, y se emplearon animales de haciendas locales seleccionados para estas funciones. Estas corridas se llevaban a cabo en estructuras provisionales, adaptadas para cada ocasión, en lugares como el Campo do Gado.

El auge de esta actividad se vió facilitado por la llegada del ferrocarril a la región, que permitió un mayor movimiento de espectadores y participantes. No obstante, a pesar de su popularidad momentánea, las corridas de toros no lograron consolidarse como una tradición perdurable en Bahía. Este tipo de espectáculo desapareció de la región hacia principios del siglo XX, coincidiendo con cambios en las preferencias de ocio y la consolidación de otras formas de entretenimiento más acordes con la identidad cultural bahiana.

Brasil tierra taurina ¡solo faltan toreros brasileños!

Hay un torero brasileño, de alternativa, además, que está esperando su oportunidad.

En Brasil debería haber toros. Un gran descuido de los portugueses. Y buenas plazas de toros, como en Mozambique o en Angola.