Morante de la Puebla brilla en la reapertura de la plaza de toros de Ciudad Real
Publicado: Lun Abr 29, 2024 12:42 am
Morante de la Puebla brilla en la reapertura de la plaza de toros de Ciudad Real
Tras cinco años de espera, la Plaza de Toros de Ciudad Real reabrió sus puertas, acogiendo un evento taurino que contó con la presencia destacada de Morante de la Puebla. El torero sevillano, vestido de coral y oro, participó en una corrida que captó la atención de aficionados y curiosos, en un coso que se llenó hasta la bandera para la ocasión.
Morante, conocido por su estilo único y su capacidad para conectar con el público, enfrentó dos toros de Luis Algarra con destinos distintos. Su primera aparición no fue afortunada, enfrentando a un toro con escasa fuerza y clase, que apenas permitió demostrar su arte. A pesar de ello, Morante logró extraer algunos muletazos de gran belleza, mostrando su técnica impecable aunque sin poder completar una serie redonda. Los fallos con el descabello le impidieron cortar oreja en esta primera intervención.
Sin embargo, la tarde tomó un giro más favorable con su segundo toro, que aunque de limitada potencia, sí mostró una casta que permitió a Morante desplegar su toreo de alta factura. El sevillano deslumbró al público con tandas completas por ambas manos, cambios de mano y pases de pecho que arrancaron aplausos y exclamaciones de admiración. La faena culminó con una estocada casi perfecta, aunque ligeramente trasera, lo que no impidió que el toro cayera de manera efectiva. La petición del público fue unánime y ferviente por dos orejas, aunque el palco presidencial solo concedió una, dejando un sabor agridulce en los asistentes.
La actuación de Morante fue uno de los puntos altos de la tarde, en la que también participaron otros diestros como Emilio de Justo y Andrés Roca Rey. Sin duda, la vuelta de los toros a Ciudad Real fue un evento que dejó huellas de emociones encontradas, entre la expectativa, la calidad del espectáculo y las decisiones del palco presidencial. Morante de la Puebla, una vez más, demostró que necesita poco para encandilar a los aficionados y marcar momentos inolvidables en la tauromaquia actual.
Tras cinco años de espera, la Plaza de Toros de Ciudad Real reabrió sus puertas, acogiendo un evento taurino que contó con la presencia destacada de Morante de la Puebla. El torero sevillano, vestido de coral y oro, participó en una corrida que captó la atención de aficionados y curiosos, en un coso que se llenó hasta la bandera para la ocasión.
Morante, conocido por su estilo único y su capacidad para conectar con el público, enfrentó dos toros de Luis Algarra con destinos distintos. Su primera aparición no fue afortunada, enfrentando a un toro con escasa fuerza y clase, que apenas permitió demostrar su arte. A pesar de ello, Morante logró extraer algunos muletazos de gran belleza, mostrando su técnica impecable aunque sin poder completar una serie redonda. Los fallos con el descabello le impidieron cortar oreja en esta primera intervención.
Sin embargo, la tarde tomó un giro más favorable con su segundo toro, que aunque de limitada potencia, sí mostró una casta que permitió a Morante desplegar su toreo de alta factura. El sevillano deslumbró al público con tandas completas por ambas manos, cambios de mano y pases de pecho que arrancaron aplausos y exclamaciones de admiración. La faena culminó con una estocada casi perfecta, aunque ligeramente trasera, lo que no impidió que el toro cayera de manera efectiva. La petición del público fue unánime y ferviente por dos orejas, aunque el palco presidencial solo concedió una, dejando un sabor agridulce en los asistentes.
La actuación de Morante fue uno de los puntos altos de la tarde, en la que también participaron otros diestros como Emilio de Justo y Andrés Roca Rey. Sin duda, la vuelta de los toros a Ciudad Real fue un evento que dejó huellas de emociones encontradas, entre la expectativa, la calidad del espectáculo y las decisiones del palco presidencial. Morante de la Puebla, una vez más, demostró que necesita poco para encandilar a los aficionados y marcar momentos inolvidables en la tauromaquia actual.