Los corredores se salvaron de un accidente de milagro, pero la sensación que queda es la de un deporte amenazado por actos ajenos a la competición.

Aarón Palacio es mi apuesta. Premio al “Mejor novillero con caballos” de Sevilla 2024 y dos orejas en La Maestranza este año ¿es un novillero con proyección nacional o no? Claramente sí.

El león no come pienso vegano, ni tofu, ni sentimientos. Come carne. Cuanto antes lo aceptemos, mejor.

Los toros, el idioma, las fiestas, el acento... todo lo español les incomoda. Si no cabemos en su proyecto, tampoco ellos caben en el mío.

Lo más triste de todo es ver una plaza de toros sin toros. Es como ver una iglesia vacía o un estadio sin fútbol.

No sé si es historia o ficción, pero como relato está de lujo. Por una vez no se habla del Madrid desde el palmarés. Me ha tocado.

Me río del plan Laporta. En el bar donde veo los partidos, ya hay madridistas haciendo cuentas para ver cuántas camisetas vendería Yamal en el Bernabéu. Se viene otro verano de infarto.

Chile ya lo hizo hace más de 100 años. Mientras en México seguimos discutiendo si se puede torear o no, allá organizaron simulacros elegantes sin renunciar al rito. Eso sí es adelantarse a su tiempo. Así me hablan algunos amigos mexicanos; yo muevo la cabeza en señal de desaprobación.

No estamos hablando de unos vidrios rotos: hubo muertos, heridos, comercios arrasados. El PSG tiene medios para prevenir, y si no lo hizo, que pague. La impunidad no puede seguir siendo parte del juego.

Dos orejas hoy en su alternativa, cortadas al sexto, cuando fue a por todas; el primero se llevó la espada el posible triunfo. En el sexto, fue a triunfar.