Tentenecio, la calle donde el toro obedeció al santo En el corazón del casco histórico de Salamanca, entre la catedral y la ribera del Tormes, se abre una calle con nombre curioso: Tentenecio. Su nombre evoca una leyenda que ha sobrevivido siglos y que aún hoy fascina a quienes pasean por su empedr...

Piden que no se toque a las bestas. Que se les cure a distancia. Con reiki. Con wifi. Y con mucho amor. Esta gente no ha salido de su bloque desde que descubrieron el hummus.

Un tendido 7 orientado a resultados lo veo muy conveniente; un tendido 7 con UNA PRESIDENTA sería algo demasiado bueno para ser cierto. Y hay muy buenas aficionadas.

Lo que me parece un hallazgo es esa cifra: casi 96 millones de personas han tenido acceso a los toros en Madrid en estos años, si contamos no solo a los asistentes, sino a los que conviven con ellos en fiestas. ¡Toma fenómeno social!

Argentina debe estar más cerca de los buenos principios que de los Estados Unidos. Los useños no tienen principios distinto del dinero, y por un puñado de dólares venden a su madre.

Se fue cuando le esperaba lo mejor, porque había llegado muy alto, pero algo pasó, que prefirió cortarse la coleta.

Es preferible poner una línea y limpiar el sector, antes que seguir sufriendo abusos por parte de jóvenes actores y actrices a manos de empresarios sin escrúpulos. Y en justicia, debería hacerse igual que se hizo con los curas que abusaban de sus cargos de manera sexual.

Lo curioso es que la Escuela empezó a impartir clases en la Plaza Mayor en 1985, y 40 años después sigue siendo un punto de encuentro para la afición. Salamanca es una ciudad con historia taurina y esto lo demuestra.

Es un ataque político más que una preocupación real por los animales.

Estas divisiones no solo afectan el dinero y la política, también dañan nuestra cultura. España siempre ha sido fuerte porque hemos sabido convivir con nuestras diferencias, pero ahora esas diferencias se usan para enfrentarnos. Es una pena, porque en lugar de unirnos, nos estamos separando más.