El Constitucional tumbó la prohibición catalana y ahí quedó el ejemplo: cuando se enfrentan ley y sectarismo, la razón taurina prevalece. Pero el PSOE no aprende.

Lo más fuerte es que el agresor ni siquiera era de aquí, vino de fuera, estaba con intérprete, y aun así la condena es de cuatro años como si nada. Todo ocurrió en plena noche, y da igual lo que digan, eso deja miedo en el pueblo.

El animalismo ha vendido esta moda como progreso, pero en realidad es regresión: volver a la cueva, compartir el jergón con el lobo domesticado.

Se retiró, o mejor dicho, tuvo que hacer un parón tras una cornada grave por error propio. Enseñar que se equivoque un alumno como ella lo hizo, no me convence.

Encierros sí, corridas también. Los números son claros. El resto es ruido político y titulares forzados para contentar a los antitaurinos.

Zacatecas también tiene peso. Sus ferias de septiembre, la plaza Monumental y la tradición minera que siempre estuvo unida al toro bravo.

Todo es yo, yo y yo. La gorra, las pulseritas, el ángulo… el perro acaba siendo un accesorio de la escena.

Encierros sí, corridas también. Los números son claros. El resto es ruido político y titulares forzados para contentar a los antitaurinos.

Que venga a San Isidro y lo diga allí, frente a veintitrés mil gargantas encendidas.

Esto del restaurante me recuerda a esos antitaurinos que un día pisan una plaza por “investigación” y acaban viendo la faena entera de pie, aplaudiendo. La curiosidad, y el sabor, siempre acaban mandando.